El plan de financiación 2011-2015 prevé que hasta el 15% de las cantidades estén ligadas a objetivos
21 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Con un escenario económico más que pesimista, las universidades gallegas y la Xunta continúan negociando su nuevo plan de financiación, que constituirá el marco para estas instituciones entre los años 2011 y 2015. El grupo de trabajo abordó ayer los indicadores que determinarán la financiación adicional, es decir, los recursos a mayores que podrá obtener cada universidad por lograr objetivos fijados previamente.
Entre ellos hay viejos conocidos, como la docencia y la investigación, y nuevos parámetros que supondrán una fuente de ingresos para las instituciones que los cumplan. Uno de ellos será la adecuación entre la oferta de titulaciones y la demanda; así como la satisfacción de las necesidades sociales.
De hecho, el primer borrador del plan de financiación de las universidades recoge explícitamente que es preciso mejorar el ajuste entre la oferta y la demanda, ya que para que los productos de la actividad universitaria tengan una adecuada inserción en el tejido económico, social y productivo, «é preciso que as universidades adapten a súa oferta e que estean en posición de responder aos posibles cambios estruturais que se produzan».
Otro parámetro a tener en cuenta será la consolidación de los campus periféricos, es decir, recursos ligados a que las universidades estimulen la docencia y sobre todo la investigación en los cuatro campus de Pontevedra, Ourense, Ferrol y Lugo. Otros criterios que reportarán recursos a las instituciones serán la responsabilidad social, la transferencia tecnológica y de conocimiento a la sociedad, el número de contratos con empresas o las patentes.
Todos estos fondos variables, es decir, que se obtendrán si se cumplen los requisitos, constituirán en el primer año de aplicación del plan en torno a un 5% de los fondos totales que reciben las universidades, pero el objetivo de la Xunta, tal y como manifestó ayer el secretario xeral de Universidades, Alberto Díez de Castro, es que cuando termine el plan, este porcentaje crezca hasta situarse en torno a un 10 o a un 15% de los fondos globales de las instituciones.