Brutal asesinato en El Salvador de un emigrante gallego, su mujer y su hijo

Toni Silva A CORUÑA/LA VOZ.

GALICIA

Los ladrones apuñalaron al matrimonio y estrangularon con un cable a su hijo.

23 jun 2010 . Actualizado a las 09:28 h.

Los robos con violencia que asolan El Salvador conmocionaron al propio país centroamericano con el asesinato de tres miembros de una misma familia el pasado fin de semana, la de Manuel Antonio Torres Hernández, de 80 años y natural de Betanzos. Junto a él, los ladrones mataron a su esposa, María Graciela Galdámez, de 74 años, y al único hijo de ambos, José Antonio Torres, de 58. Los tres residían en Santa Tecla, una localidad de algo más de 120.000 habitantes, casi absorbida por la capital San Salvador y considerada como una de las zonas más tranquilas de El Salvador. Pero la muerte de Manuel Antonio y su familia escribe un fin de semana especialmente trágico, con una treintena de muertes violentas en el país.

Parece que el robo en el domicilio fue el móvil del triple crimen. Todo comenzó a las tres de la madrugada del domingo, cuando un joven llamó a la puerta de la vivienda para pedirle a José Antonio que retirase su vehículo, mal estacionado en la calle. Cuando salió, cinco hombres lo empujaron al interior de la casa y lo estrangularon con el cable del teléfono. Su cuerpo quedó tirado en la cocina.

Los ladrones se dirigieron al dormitorio en el que descansaban el octogenario Manuel Antonio y su esposa, quienes fueron asesinados de forma muy violenta a cuchilladas. Los propios investigadores calificaron de «impactante» la escena por las numerosas heridas que presentaban los cadáveres en el tórax, el abdomen y el cráneo.

A esa hora de la madrugada en la casa también se encontraban durmiendo la mujer de José Antonio y una hija, que fueron amordazadas y que consiguieron liberarse y avisar a una vecina, que llamó a la policía.

Robaron electrodomésticos

Una vez cometido el triple crimen, los cinco hombres se fueron del lugar en una furgoneta descapotable de la familia, en la que cargaron electrodomésticos, ordenadores, televisores, ropa y dinero en efectivo. En su huida intentaron adueñarse de los otros dos vehículos de la familia Torres, pero no pudieron manipular el encendido. Algunos testigos vieron que los hombres llevaban guantes y portaban cuchillos y armas de fuego.

Venía todos los veranos

Manuel Antonio Torres vivía en El Salvador desde 1959. De su Betanzos natal había recalado en Madrid, en una empresa de mecánica con la que acabó viajando al país centroamericano. Visitaba Betanzos anualmente tres o cuatro meses, en ocasiones solo y otras con su esposa. En sus visitas, Manuel Antonio hablaba de los mareros , integrantes de las pandillas violentas que asolan todo el continente, si bien él aseguraba que no corría peligro si no se mezclaba con esos sectores. En Betanzos, la noticia comenzó a circular ayer, y dejó consternados a los vecinos que conocían a este hombre «menudo e parlanchín».