El fiscal reclama que abandone el hogar un coruñés que le pegó a su hijo por sacar malas notas

Alberto Mahía A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA CIUDAD

El hombre golpeó al menor a la salida del colegio, y una madre lo denunció.

22 jun 2010 . Actualizado a las 09:11 h.

El niño, de 14 años, salió del colegio con malas notas. Su padre lo esperaba en la puerta. Vio los suspensos y le pegó. Esa reacción violenta lo puede llevar a tener que abandonar el hogar si la próxima semana un juez atiende la petición del fiscal, que solicita que se le imponga al padre de familia una orden de alejamiento.

Los hechos sucedieron la semana pasada a las puertas de un centro educativo coruñés. De su interior salió el menor con las notas finales de la ESO en la mano. Allí estaba su padre. Esperándolo. El hombre echó un vistazo a las calificaciones, vio que el crío tenía varias asignaturas suspensas y le pegó. A su lado estaban varias personas que también habían acudido al centro a recoger a sus hijos. Una de las madres que allí estaban, según fuentes policiales, y que vio las bofetadas, llamó a la Policía Local, que acudió al centro y recogió la denuncia de la testigo, que no del menor. Esa denuncia fue enviada al juzgado de guardia, que ordenó tomar declaración al padre, al hijo y a la madre.

Mientras que los agentes municipales que acudieron al colegio no presentaron acusación alguna contra el padre, este declaró, según fuentes judiciales, que se trató solo de una reprimenda y que su reacción no es ni mucho menos habitual. Pero eso no pareció convencer al representante del Ministerio Fiscal, que terminó imputando al hombre un delito de maltrato en el ámbito familiar. Y si no le creyó es por la declaración del propio menor, que en el momento en el que le preguntaron si su padre le pegaba con frecuencia, el crío respondió que cuando se portaba mal, sí. Eso fue más que suficiente para que la acusación solicitase que se le imponga al padre una orden de alejamiento del menor, lo que implica que el padre tenga que abandonar el domicilio familiar y no pueda siquiera ponerse en contacto con el menor durante el tiempo de la condena.

Golpe económico

Esa circunstancia motivó que la madre del pequeño y esposa del procesado pidiera que no le impusiesen ese castigo, pues supondría no solo un golpe para el propio imputado, sino a toda la familia, tanto en el aspecto sentimental como económico. El hecho de que el padre tenga que irse a vivir a otro domicilio supone que tenga que afrontar el pago de un alquiler, lo que supondría un gran pellizco a la economía familiar.

Aparte de todo eso, la madre del pequeño negó que su esposo agrediese a su hijo de forma habitual. Calificó los hechos por los que su esposo llegó a esta situación como aislados, como un mal momento. Lo mismo que dijo su marido. Ni siquiera su hijo, según fuentes judiciales, declaró contra el padre. Se limitó a decir que no era la primera vez que le pegaba, aunque precisando que solo cuando se portaba mal. Además, también el pequeño pidió que no le impusiesen a su padre esa medida de alejamiento.

Pero el fiscal no quedó solo. La mujer que puso la denuncia deberá acudir al juicio rápido que se celebrará la próxima semana y ratificar allí lo que vio en el colegio la semana pasada.

Un hecho muy similar fue juzgado este mismo año en A Coruña. En aquella ocasión, era una madre la que se enfrentaba a una orden de alejamiento respecto a su hija de 16 años. Y terminó siendo condenada; si bien las circunstancias familiares eran muy distintas, ya que la hija llevaba tiempo viviendo con otros familiares debido al mal entendimiento con su madre. A esta mujer la habían condenado porque en el 2008, en la calle Real de A Coruña, había cogido a su hija por los pelos y le había propinado varias bofetadas. El motivo era que la menor se había gastado mucho dinero en comprar ropa a pesar de que la madre la había advertido de que no podía hacerlo. No hizo falta celebrar el juicio. La procesada reconoció los hechos y admitió una pena que ya cumplía desde los hechos.