Un año de «corralito» recorta en un 50% los negocios gallegos en Cuba

Miguel Á. Rodríguez

GALICIA

Más de 280 empresarios españoles tiene retenidos 300 millones y esperan la mediación del Gobierno

02 abr 2010 . Actualizado a las 02:13 h.

En plena fiebre diplomática entre España y Cuba, más de 280 empresarios españoles (casi una veintena de ellos gallegos) tienen prácticamente congelados sus negocios en la isla caribeña. Desde hace ya dieciséis meses, el Gobierno de los hermanos Castro, a través del Banco Financiero Internacional (BFI), retiene cerca de 300 millones de euros a las sociedades españolas, casi 410 millones de dólares. Son, de largo, las más afectadas por un corralito que supera los 600 millones de euros para las empresas de todo el mundo asentadas directa o comercialmente en territorio cubano.

En el año 2008, las firmas españolas en Cuba vendieron servicios y mercancías por un valor superior a los 1.000 millones de dólares. El pasado ejercicio, la facturación de estas empresas en la isla no superó los 500 millones. El descenso ronda el 50% y continúa en caída libre de acuerdo con la versión ofrecida por los emprendedores. Cuba lleva demasiados meses gastando por encima de lo que recauda. La crisis económica ha frenado el turismo, una de las principales puertas de entrada para las divisas. La escalada de precios del petróleo y los alimentos hundió la balanza comercial cubana. Las escasas materias primas de la isla ya no funcionan como antes (el níquel bajó casi un 30% su precio en el mercado). Y la situación política del país, azotado en el 2009 por tres huracanes que provocaron daños valorados en el entorno de los 10.000 millones de dólares, se complica cada vez más.

En medio de este clima hostil, las empresas extranjeras están obligadas a ingresar sus facturaciones en la banca oficial cubana, fundamentalmente a través del BFI, íntegramente en manos del Estado. Este banco retiene desde octubre del 2008 la salida de dólares, apelando a las «dificultades» de la economía local.

Diplomacia

La única luz para la esperanza es la vía diplomática, ahora mismo complicada por los apoyos españoles a la oposición al régimen castrista. La oficina comercial de la Embajada de España realizó este mes un último intento de solventar el problema. Lo hizo en el comité bilateral hispano-cubano, que reunió a una delegación ibérica encabezada por el presidente de las cámaras de comercio de España, Javier Gómez Navarro, y los empresarios españoles con intereses en la isla, con el ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, y el presidente de la Cámara de Comercio, Pedro Álvarez.

La intención era localizar una vía de entendimiento para desbloquear el dinero capturado en el corralito . Pero la preocupante falta de liquidez en el país complica cualquier solución a corto plazo.

Los emprendedores sostienen que están llegando «al límite». «Hay gente que ha frenado casi por completo su actividad», señalan fuentes empresariales, «aunque de momento no han abandonado la isla». La situación es especialmente preocupante para las entidades financieras españolas con presencia en Cuba. La Caja de Ahorros del Mediterráneo, el BBVA, el Banco Sabadell y Caja Madrid han visto reducida su actividad casi en un 75% en el último año. Prácticamente el 100% de su línea de negocio está sustentada en la actividad de las empresas españolas en la isla.