Los concellos autorizarán directamente las reformas, sin necesidad de recabar antes el visto bueno de la Xunta
18 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El decreto con que el Gobierno de Feijoo pondrá fin en las próximas semanas al fugaz recorrido de las Normas do Hábitat que impulsó el bipartito simplificará los trámites para agilizar las obras de rehabilitación de edificios. El nuevo reglamento, que solo está pendiente del dictamen del Consello Consultivo para su aprobación posterior por la Xunta, dejará directamente a los concellos la autorización de las reformas, que ya no tendrán que contar con el visto bueno del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS).
En ese departamento adscrito a Medio Ambiente, que ha recuperado las funciones que en la anterior legislatura desempeñó la Consellería de Vivenda, calculan que la modificación ahorrará hasta seis meses de unos trámites que ahora implican que el papeleo previo al inicio de los trabajos requiera al menos un año. En la actualidad, una reforma como la instalación de un ascensor en un edificio de viviendas obliga al concello a remitir al IGVS el proyecto que elabora el arquitecto. Con las nuevas Normas do Hábitat será el técnico municipal el que autorice ese proyecto, sin que pase por la Administración autonómica.
Circulares a los alcaldes
Para procurar que los ayuntamientos actúen con cierta uniformidad de criterios, el IGVS enviará circulares con recomendaciones sobre algunas de las obras más solicitadas, como la apertura de ventanas para iluminación, escaleras y dimensiones de patios interiores.
Por lo demás, el nuevo decreto que la Xunta ya dejó pactado con los alcaldes, promotores y arquitectos en el otoño pasado, con la previsión inicial de aprobarlo en diciembre, mantendrá las superficies mínimas que el bipartito elevó de 26 a 40 metros cuadrados para los pisos de un dormitorio, aunque permitirá edificar apartamentos tipo loft de 41,25 metros, de los que 35 serán habitables. La regulación por vez primera en Galicia de ese tipo de solución habitacional y de los pisos de cinco dormitorios constituyen los elementos más novedosos de un decreto que introduce ajustes mínimos respecto a las superficies con las que el bipartito generalizó el concepto de vivienda accesible. Por ejemplo, y al margen de los apartamentos tipo loft en los que el dormitorio deberá ir unido al salón comedor, las nuevas Normas do Hábitat impedirán edificar pisos de una habitación con menos de 46,25 metros cuadrados construidos, cuando el decreto en vigor exige 47,72.
El catálogo de requisitos constructivos del Gobierno de Feijoo suavizará algunas de las medidas más ambiciosas que dibujó el equipo de Teresa Táboas, como el aumento de altura entre el pavimento y el techo, que pasará de 2,60 a 2,50 metros en estancias y cocinas, y de 2,40 a 2,20 en el resto de dependencias. También reduce la altura de las puertas de 2,10 a 2,03 metros.