«Me dijo que era una inyección y ahora casi no camino»

GALICIA

El TSXG confirma la invalidez de una joven que no puede andar tras acudir a la consulta de un traumatólogo de Vigo

05 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ana C. es una joven que trabajaba de la Universidad de Vigo como técnica de laboratorio. Como muchas personas, sufría dolores de espalda, así que decidió acudir a la consulta privada de un conocido traumatólogo de Vigo.

«Me dijo: `Te tengo que poner una pequeña inyección en la espalda'. Y después de ponérmela ya me caía en la propia consulta. Si me hubiera pasado pocos minutos después, conduciendo el coche para regresar, me hubiera matado», rememora con dolor Ana. Le habían suministrado un corticoide en el canal del líquido cefalorraquídeo, lo que resultó muy lesivo.

Los hechos ocurrieron en febrero del año 2006 cuando Ana tenía 23 años. Tres años y medio después, y tras una dura batalla legal con el Instituto Nacional de la Seguridad Social, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha emitido una sentencia en la que confirma la invalidez absoluta para la joven, según ha informado el abogado Cipriano Castreje, letrado de la asociación El Defensor del Paciente que lleva el caso.

«No puedo estar de pie más de una hora ni tampoco puedo estar sentada de manera prolonga», relata Ana, que sufre temblores, no puede caminar sin la ayuda de una tercera persona y tiene que llevar constantemente una faja lumbar. Además, sufre lumbalgia, paresia de miembros inferiores, cefalea, meningitis química aséptica, movimientos anormales de tipo tembloroso, convulsiones con afectación de pelvis y del pie derecho, dolor continuo de piernas y dificultades para levantarse de lugares o asientos bajos debido a las citadas sacudidas mioclónicas.

Rehabilitación

Como consecuencia de la inyección, Ana tuvo que ingresar en el servicio de urgencias del Hospital Xeral de Vigo e iniciar un largo período de tratamientos médicos y rehabilitación por distintos hospitales de Galicia, Madrid y Navarra. Afamados especialistas consultados no pudieron hacer nada para que recuperara el estado de salud anterior al incidente. Como confirma el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia las secuelas le «impiden realizar cualquier tipo de trabajo».

Según Cipriano Castreje, la paciente está cada vez mas próxima de llegar a una situación de gran invalidez por el agravamiento de su estado.

«No hay dinero en el mundo»

La asociación El Defensor del Paciente afirma que, tras haber logrado el reconocimiento de invalidez absoluta, demandará un nuevo proceso judicial al traumatólogo causante del estado físico de la joven, al que reclamarán un mínimo de 600.000 euros. «No compensará el daño ya que éste no se puede cuantificar. Pero le otorgará una mejor calidad de vida», según subraya la asociación. «No hay dinero en el mundo que pueda compensar lo que es mi vida», señala la joven, que cuenta ahora con 27 años.

La sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Social número dos de Vigo del pasado 24 de marzo que concedía a la joven la invalidez absoluta.

Pero la Seguridad Social se negaba a pagarle una prestación de invalidez permanente, que ni siquiera llega a 600 euros, por lo que presentó un recurso de súplica ante el alto tribunal gallego. Sin embargo, el TSXG ha dado la razón a la demandante y ha exigido el abono de 596 euros al mes. El Instituto Nacional de la Seguridad Social dispone de un período de diez días para presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo si no está de acuerdo con la resolución.

De su bolsillo

Ana espera que lo que le ha ocurrido a ella no se repita. «Aconsejo a la gente que no se ponga una inyección en la espalda salvo que sea la epidural», advierte la joven que sigue un costoso proceso de rehabilitación que financian sus padres. «Estuve dos años siguiendo un programa de rehabilitación en el Hospital Xeral, pero me dieron de alta y como aún tengo muchos dolores tengo que acudir al fisioterapeuta para calmarlos con ejercicios».