Un vigués lleva a juicio a su hijo, que carece de carné, por hurtarle el coche y hacerle unos rascazos
GALICIA
El progenitor declaró al juez que le duele más la «falta de respeto» que los daños
21 nov 2009 . Actualizado a las 02:08 h.La tendencia de algunos jóvenes a arrancar a hurtadillas el coche de sus padres para llevar a sus amigos o la novia por la noche puede terminar con una multa y una bronca monumental. Así sucedió en Vigo, donde un padre entregó a su hijo en comisaría por hurtar y dañar su coche el pasado día 1. Ayer declaró contra él en el juicio, enfadado por lo que considera una «falta de respeto».
El joven, Abel R.?F., carece de carné de conducir y su padre le acusa de hurtarle el Citroën C5, a nombre de la madre, para dar una vuelta la noche de Halloween. El vehículo quedó aparcado en el mismo sitio en la calle, frente a su casa, pero con varios rascazos en el lateral, una rueda delantera había sido cambiada por la de repuesto y la llanta trasera estaba dañada. El joven mantiene su inocencia, asegura que solo tiene licencia de ciclomotor y cree que su padre lo ha denunciado por las «tensas relaciones» con su familia tras vivir diez meses fuera de casa. «Nunca cogí el coche, no sé conducir», dijo al titular del Juzgado de lo Penal 2 de Vigo.
Sin embargo, su padre, Carlos R., desconfió de su hijo y por eso presentó la denuncia. «Sospeché de él. Él lo niega y como padre quiero creerle, pero estoy seguro de que fue él. Lo que me duele no es el dinero que me va a costar la reparación, sino su falta de respeto», explicó al juez. «No es la primera vez que pago una multa sin haber cometido ningún delito», añadió. De hecho, teme que algún día «la policía venga a mi casa a decirme que mi coche ha atropellado a una anciana en un paso de cebra de madrugada y yo no haya sido».
Carlos R. encontró su coche abierto, sin la cerradura forzada. Hacerse con las llaves no era difícil para su hijo porque estaban colgadas en la entrada de la casa familiar. Otro detalle que le llamó la atención es que la persona que se llevó su coche cambió una rueda por la de repuesto, pero no forzó el maletero para sacarla. También indicó que su Citroën C5 desapareció entre las 18.30 horas y las seis de la madrugada del día de la festividad de Todos los Santos, noche en la que se celebra el Halloween.
Lo llevó a comisaría
Al día siguiente, Carlos R. pidió a su hijo que lo acompañase a comisaría. Una vez allí, presentó la denuncia y el joven fue encerrado en los calabozos. La madre no quiso declarar contra su hijo y guardó silencio cuando el fiscal le preguntó si le autorizó a usar su vehículo. La acusación pública cree que Abel R.?F. es culpable porque solo él podía tener acceso a las llaves. Según el fiscal, aunque el chico no hubiese movido el coche, solo arrancar el motor y maniobrar ya supone una falta de hurto y un delito de daños, por los que pidió una multa de 3.240 euros y 60 días de trabajos comunitarios.
El abogado del joven alega que el padre solo pretende cubrirse las espaldas por si su coche se vio implicado en algo ilegal.