«Público é servizo, privado é beneficio» y «Non á privatización» fueron las consignas bajo las cuales marcharon ayer en Santiago cerca de mil profesionales de los servicios de emergencias de toda Galicia. La manifestación partió a las once de la mañana desde la sede del Parlamento, en la rúa de O Hórreo, y recorrió la ciudad hasta San Caetano envuelta en humo y sonido de sirenas y petardos. En la marcha participaron miembros de los cuerpos de bomberos y Protección Civil de toda la comunidad autónoma convocados por la Unión General de Trabajadores, Comisiones Obreras y Confederación Intersindical Galega.
El representante de CC.?OO., Xan Caneda, dijo en declaraciones a Efe que la Xunta pretende «poñer en mans privadas» la gestión de los servicios de emergencia, y que para el colectivo profesional esto significa que estos importantes servicios públicos irán a peor, con una «precarización» de las condiciones laborales y peores medios materiales.
Caneda subrayó que, en su opinión, las empresas están para «gañar cartos», y que el beneficio lo obtendrán a costa de los salarios del personal y de contar con material escaso. También incidió en que Galicia es el único lugar del Estado en el que se quieren privatizar este tipo de servicios.
El secretario local de la CIG en Verín, Monterrei y A Limia, Luís Ferreiro, señaló que los profesionales de los servicios de emergencia se manifestaron para reclamar servicios públicos de calidad, al tiempo que insistió en la necesidad de que este tipo de cometidos sean públicos, «xa que deste xeito entendemos que teriamos mellores garantías para os traballadores e, sobre todo, para os cidadáns». Para Ferreiro, la Xunta se está despreocupando de esos servicios, por lo que el colectivo movilizado mantendrá reivindicaciones que considera legítimas hasta que el Gobierno gallego cambie de postura.
Estruendo de explosiones
Durante la marcha, los manifestantes entregaron panfletos con sus reivindicaciones a los ciudadanos, que se vieron sorprendidos por el abundante humo que llenaba las calles del recorrido y por el estruendo de las explosiones del material que los bomberos emplean en sus entrenamientos. Los bomberos destacan la «precarización» de los servicios de emergencias en toda Galicia, sobre todo en las comarcas de Baixo Miño y O Condado, «onde tres bombeiros cobren accidentes de tráfico e incendios nunha área de seiscentos quilómetros cadrados e 95.000 habitantes».
Dicen que la precariedad se traslada al propio servicio, ya que una empresa privada gestiona tanto al personal como los recursos económicos que se reciben de la Xunta y de las diputaciones. Este ahorro va, según consideran, en beneficio de la empresa y en detrimento de la calidad de los materiales de extinción y del mantenimiento de equipos, según recoge el texto elaborado por los afectados.
También denuncian que la empresa gestora «escatima al máximo» y no invierte en cursos de formación para los bomberos, lo que, a su entender, repercute en la seguridad de los ciudadanos. Los bomberos reclaman una Lei de Emerxencias de Galicia que sirva para dotarlos de un estatuto profesional y garantice la gestión pública de los servicios de emergencia.