La autonomía del aeropuerto de Oporto permite su despegue

GALICIA

Su dirección se encarga de buscar vuelos, usuarios, o negociar tarifas, mientras en Galicia esas tareas se difuminan y politizan

31 ago 2009 . Actualizado a las 11:10 h.

Cómo es posible que un aeropuerto que movía hace tres años casi 800.000 pasajeros menos que los tres gallegos juntos no solo haya pulverizado esa distancia, sino que incluso se haya distanciado sumando cerca de 200.000 usuarios más que los que pasan por las terminales de la comunidad? En la autonomía en la gestión que Aeroportos de Portugal (ANA) ha concedido desde hace más de un decenio al equipo directivo del Francisco Sá Carneiro de Oporto radica gran parte de ese éxito que, ahora, con la apertura el día 3 de una base de Ryanair, la dirección de la terminal está dispuesta a consolidar y aumentar hasta alcanzar los cinco millones de viajeros anuales en el 2010.

1. Plan a largo plazo. A finales de los noventa el Gobierno portugués acordó invertir 200 millones de euros para cambiar estética y sobre todo funcionalmente el segundo aeropuerto del país. Convertirlo en un nudo internacional, cambiando su concepción histórica de terminal de unión con Lisboa, fue la decisión clave. La mejora de las comunicaciones viarias entre las dos mayores urbes lusas y el recorte previsible de tráfico aéreo entre ellas fueron vistos así con presteza, hasta el punto de que la capital de Portugal ya no es el primer destino de los usuarios del Sá Carneiro. El plan de ampliación, que sigue ejecutándose, tiene prevista una segunda fase para alcanzar los 12 millones de usuarios hacia el 2020. Una nueva terminal, la ampliación de pistas y zonas de carga; la construcción de aparcamientos de distintos precios o la llegada del metro no han dejado de atraer clientes.

Mientras, los planes directores de Lavacolla, Alvedro y Peinador suman años de retraso, modificaciones y carencia de visión para frenar la competencia lusa.

2. Dirección estable. El mismo director que puso en marcha a finales de los noventa el plan de expansión del Sá Carneiro, Fernando Vieira, sigue hoy en el mismo puesto, mientras en Galicia Aena ha ido cambiando a los responsables de los aeropuertos al menos cada vez que las urnas mudaron el color del Gobierno central. El perfil funcionarial de los sucesivos directores, sometidos a Madrid para cualquier decisión, ha limitado además su trabajo, en el que prácticamente nunca ha entrado la búsqueda decidida de nuevas aerolíneas y rutas, tarea que sin embargo ocupa la mayor parte del trabajo de su homólogo portugués.

3. Libertad comercial. Aunque TAP, la línea de bandera portuguesa, sigue siendo el primer operador, su peso ha ido cayendo hasta el 39,6%. La libertad de la dirección para negociar con otras aerolíneas y esa pérdida del monopolio de TAP ha atraído al Sá Carneiro a 19 firmas que lograron rebajas sustanciales en las tasas aeroportuarias e incluso subvenciones determinantes a la hora de abrir nuevas rutas. La realidad gallega es bien distinta, ya que Iberia y sus compañías participadas siguen moviendo al 50,3% del pasaje. Al contrario que en Oporto, la búsqueda de rutas y aerolíneas tiene en Galicia un peso fundamentalmente político, al estar ahora en manos de la Xunta y antes de los concellos, diputaciones, cámaras de comercio y fundaciones promocionales diversas.

4. «Low cost». La iniciativa comercial de la dirección del Sá Carneiro la ha llevado también a saber atraer a las compañías de bajo coste, entre las que Ryanair es la auténtica reina de las pistas portuenses y segunda aerolínea de la terminal, con más de un millón de pasajeros y un crecimiento del 33% en el último año. Las low cost representan ya el 42% de los billetes movidos en el segundo aeropuerto luso, en el que además de la irlandesa operan Air Berlín, Easyjet, Clickair, Hapag, Transavia y Volare.

Solo Lavacolla se acerca a los guarismos del Sá Carneiro, con un 40,9% ocupado por los usuarios de las líneas baratas, pero en A Coruña dicho porcentaje no sube del 27% y en Vigo apenas roza el 11%.

5. Visión internacional. La búsqueda de destinos internacionales motiva gran parte de la estrategia del Sá Carneiro. En la actualidad ofrece conexiones con 29 ciudades fuera de las fronteras lusas, y Ryanair prepara otras seis. Catorce rutas más de temporada completan la tabla del Sá Carneiro, que incluso tiene siete vuelos transoceánicos (Río, São Paulo, Caracas, Nueva York, Boston, Montreal y Toronto) que aprovechan la demanda de la diáspora portuguesa.

6. Captación de mercado. Galicia fue desde el primer momento un espacio a conquistar. Taxis gratis primero y ahora autobuses desde A Coruña, Santiago, Pontevedra y Vigo llegan cada día a la terminal lusa, donde cuentan con carril propio, sala de espera con prensa gallega, TVG y sobre todo casi medio centenar de destinos a elegir en su tablilla.