Aceptó quedarse 16 meses sin carné, realizar 40 días de trabajos sociales y pagar 1.000 euros de multa
28 ago 2009 . Actualizado a las 11:19 h.La abuela de 48 años que el pasado día 21 fue localizada en el municipio de As Nogais conduciendo por la A-6 con una tasa de alcohol de 1,7 miligramos por litro de aire espirado afirmó ayer en el Juzgado de Instrucción de Becerreá que solo había bebido un par de cervezas. Esta mujer, que llevaba en su coche a dos nietos (un bebé de ocho meses y un chiquillo de 7 años), acudió ayer al juzgado para comparecer como acusada en un juicio rápido por la imputación que le efectuó el fiscal: un delito contra la seguridad del tráfico.
La conductora, que posiblemente batió récords en la provincia de Lugo de tasa de alcoholemia, prefirió no enfrentarse al juicio y optó por que su abogado llegase a un acuerdo con el fiscal para aceptar una pena. Se conformó con quedarse sin el permiso de conducir durante un período de 16 meses y, además, aceptó pagar una multa de seis meses a razón de seis euros diarios (1.080 euros).
La conducción bajo los efectos del alcohol también le supondrá a esta mujer, domiciliada en la comarca de la montaña lucense, el tener que realizar 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad.
La aceptación voluntaria de dichas penas evitó que el juez, en el correspondiente juicio, al que serían convocados los agentes de la Guardia Civil que intervinieron para emitir su informe, le pudiese haber impuesto una pena mucho más elevada, especialmente en lo que a sanción económica y realización de trabajos sociales se refiere.
A pesar de la repercusión social que llegó a tener el caso, el fiscal tuvo en cuenta, a la hora de efectuar una rebaja en su petición inicial, que era de dos años sin carné y una multa mucho más elevada, el hecho de que la mujer carezca de cualquier antecedente penal. Diversas fuentes indicaron que esta conductora, en el momento que los agentes le informaron de que había arrojado una espectacular tasa de alcohol, les manifestó que únicamente había consumido una caña. En el juzgado comentó a algunas personas que fueron dos y se mostró sorprendida de que la tasa se hubiera disparado hasta el 1,7.
De acuerdo con los datos recogidos ayer, no hay constancia de que esta conductora ingiera alcohol habitualmente. Fue por ello por lo que las cervezas que tomó antes de subirse al coche con los dos pequeños, junto a una persona adulta que iba de copiloto, posiblemente le pudieron haber producido un efecto mucho mayor de lo que sería normal, por ejemplo, en un varón acostumbrado a beber con cierta regularidad.
Situación extraña
Agentes de la Guardia Civil de Tráfico mostraron ayer su extrañeza por el hecho de que tal tasa de alcohol no le hubiese causado ningún problema a la conductora, teniendo en cuenta que dicho nivel puede llegar a ocasionar el coma etílico a algunas personas, según algunas manifestaciones. Los guardias consultados indicaron que resultaba difícil que dos cervezas pudieran dar semejante tasa, si bien aclararon que habría que tener en cuenta la constitución de cada persona y otra serie de condicionantes.