El comandante de la flotilla de la OTAN pide perdón por la «invasión» de Samil

GALICIA

El alcalde archiva el asunto, pero IU pide explicaciones a la ministra de Defensa por la actitud «chulesca»

14 ago 2009 . Actualizado a las 16:31 h.

El incidente diplomático acabó en un amago. Gracias a que el comandante del Thetis, el buque insignia danés de la flotilla cazaminas de la OTAN, que recala en Vigo estos días, pidió ayer disculpas a los ciudadanos vigueses por la irrupción de tres zódiacs en la playa de Samil el pasado miércoles. «Pedimos disculpas. No ha habido daños personales cuando la gente nadaba. Esto no volverá a ocurrir», dijo Henrik Rasmussen. También se excusaron la comandante del Lobelei, de bandera belga, y sus colegas del HNLMS Urk holandés y el HMS Quorn británico, buques de los 15 marineros implicados. Los mandos estudian castigos para ellos y los tienen incomunicados a bordo. «Vigo es una ciudad bonita, pedimos disculpas», insistió la comandante Van Leewen.

Buscaban una playa desierta

Al parecer, 15 marinos de tres buques distintos hicieron una excursión por la ría repartidos en tres o cuatro lanchas neumáticas a gran velocidad. Buscaban una playa desierta para desembarcar pero invadieron el arenal más abarrotado de Galicia, con casi 40.000 veraneantes entre Samil y O Vao. Puesto que las lanchas iban cargadas de bolsas con botellas de alcohol, todo apunta a que querían hacer botellón.

El informe de la Policía Local relata que las lanchas invadieron la zona acotada con boyas e hicieron maniobras arriesgadas para desembarcar, con giros repentinos, lo que lanzó a un tripulante por la borda. Otros dicen que invitaban a los bañistas a subir a bordo. «Estaban bébedos, forcexeaban e non querían identificarse», dijo una testigo. La policía no hizo la prueba de alcoholemia, que corresponde a la Guardia Civil del Mar, cuya patrullera escoltó a los implicados al puerto.

Las disculpas dejaron satisfecho al alcalde, Abel Caballero, que incluso pidió contactar con la Embajada de Dinamarca. Dio por zanjado el asunto tras reunirse con los altos mandos y el cónsul escandinavo en Vigo, y hablar con la Vicepresidencia del Gobierno. «Les deseamos una feliz estancia en Vigo», dijo y descartó sanciones. El altercado ya llegó al Congreso. IU pidió explicaciones a la ministra de Defensa por la supuesta actitud «chulesca» de la marinería.