La peruana asesinada denunció a su presunto agresor diez días antes de ser acuchillada

J. Becerra? / ?E. Mouzo

GALICIA

La policía dice que la acusación no se podía encauzar como violencia doméstica

22 jul 2009 . Actualizado a las 12:05 h.

María Luz Tapia Polo, la peruana que murió acuchillada en A Coruña el pasado jueves, había denunciado diez días antes a su presunto asesino, Martín Teodoro Maquera Giménez. La denuncia, interpuesta ante la Policía Nacional de A Coruña el 6 de julio, se refería a una serie de daños y hurtos que el acusado había protagonizado en su domicilio de la calle Barcelona un día antes, el 5 de julio.

Según recoge la denuncia, Martín Maquera se presentó en el domicilio de María Luz Tapia a las doce y media de la mañana sin que ella estuviera en ese momento. Llamó al timbre y los compañeros de piso le abrieron la puerta. El hecho de que Martín hubiera visitado a la víctima en anteriores ocasiones y que fuera conocido en la casa hizo que los compañeros no sospechasen nada y le permitiesen la entrada.

Sin embargo, María Luz constató al llegar, según la denuncia, que la visita de Martín no había sido nada pacífica. Al entrar, comprobó que quien había sido su pareja sentimental durante los cuatro últimos meses había dejado su huella en la casa en forma de daños. En primer lugar, rompió la pantalla de una televisión de 32 pulgadas que la mujer tenía en su casa, rociándola posteriormente con lejía. También vertió lejía sobre diferentes prendas de vestir y de cama de la mujer y, por último, le cortó con un cuchillo varios pares de zapatos. La visita de Martín no se quedó solamente en los daños, sino que supuestamente también se llevó varios objetos. La denuncia se refiere a un reproductor de DVD, un aparato sintonizador de TDT, un cargador de teléfono móvil y un juego de altavoces de la marca Sony Ericson.

Sin mención a malos tratos

Pese a que Silvia Chance, la chica con la que iba a compartir la habitación que ya tenía alquilada en un piso de la Gaiteira, indicó que María Luz había sido objeto de malos tratos físicos con anterioridad, esta no recogió nada de ello en la denuncia. Tampoco consta ninguna otra denuncia a mayores en la que haga referencia a ninguna acción delictiva que pueda encuadrarse dentro de la violencia sobre la mujer.

Fuentes policiales indican que una denuncia como la presentada no servía para dirigir el asunto por esa línea. Con la información de la que disponían no se le pudieron aplicar a María Luz las medidas preventivas habituales dentro de la violencia doméstica. De hecho, el documento recoge a Maquera, que actualmente está encarcelado a la espera de juicio, como «un amigo de la dicente con el que ha tenido desavenencias» en vez de lo que era, su pareja sentimental.

En la misma línea se manifiestan fuentes jurídicas, que indican que, al remitir la denuncia al juzgado de guardia, los asuntos en los que exista violencia sobre la mujer tienen carácter preferente y las actuaciones son inmediatas. En lo recogido en la denuncia presentada no se desprende nada más que daños en unos objetos y hurtos. Dependiendo de la carga de trabajo del juzgado, un asunto como este puede estar meses parado.

Por otra parte, la familia de María Luz Tapia continua recaudando dinero para la repatriación del cadáver. Ayer rozaban los 300 euros, una cifra muy lejana de los 6.000 que necesitan para el abono de los servicios necesarios para llevar el cadáver a Perú. Los donativos se pueden realizar en la cuenta 2091-0099-143000045075.