El niño ahogado pasó «mucho más» de 2 minutos bajo el agua, dice el médico

A CORUÑA CIUDAD

El doctor del 061 cree que «lo normal» es que una parada cardiorrespiratoria de menos de 10 minutos se recupere

07 abr 2009 . Actualizado a las 11:38 h.

El médico del 061 llegó al colegio Liceo La Paz tres minutos después de producirse la llamada del centro y se encontró «con un niño en parada cardiorrespiratoria, que por la coloración que presentaba, por el estado de su piel y por las mucosas» se desprende que «no había estado ni un minuto ni dos bajo el agua, sino mucho más tiempo». Así se lo hizo saber ayer a la jueza instructora el doctor Pablo López, que intentó durante 50 minutos reanimar a Diego Novo, el niño de 4 años que murió el pasado 30 de marzo en la piscina de su colegio.

Esta declaración contradice la versión de los responsables del centro educativo, que siempre insistieron en que el pequeño estuvo «menos de un minuto» bajo el agua. Tres días después del suceso, el jefe de estudios, Daniel Echevarría, decía que «al niño se le perdió de vista durante unos segundos fatídicos; fue menos de un minuto. Seguro».

El médico del 061 no lo cree así. Aparte de los signos externos, hay un hecho indiscutible en medicina, y es el tiempo en que una persona puede permanecer bajo el agua, en parada cardiorrespiratoria. «Sin ser una ciencia exacta, si alguien está en esa situación menos de diez minutos, lo normal es que responda a la reanimación», declaró. Esta circunstancia avala la tesis de los padres del pequeño, que a través de su abogado insisten en que su hijo tuvo que permanecer más de diez minutos bajo el agua sin que nadie lo echase en falta.

Juzgado

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña, por el momento, solo tomó declaración a este médico y a la ATS que lo acompañaba. En los próximos días se llamará a los monitores, que ya prestaron declaración ante la policía.

Tanto el médico como la ATS del 061 relataron ayer a la jueza por espacio de una hora lo que ocurrió durante los 50 minutos que permanecieron en el centro, desde su llegada, tres minutos después de la llamada de emergencia, al momento en que suspendieron la reanimación.

Pablo López recordó que no fue él quien se presentó en primer lugar en la piscina, sino el camillero, que accedió por otra puerta. Allí, junto a la ATS, se encontraron con «una única persona» intentando reanimar al pequeño. «Nos lo encontramos en parada cardiopulmonar», detalló. Y comenzaron a luchar por salvarle la vida, porque su corazón volviese a latir. Lo hicieron, según declararon, durante más de 50 minutos. No es habitual, según precisó, estar tanto tiempo. Pero no podían dejarlo. Se trataba de un niño y «no éramos capaces de suspender la reanimación», a pesar de que pronto se habían dado cuenta de que las posibilidades de devolverlo a la vida eran nulas. Pablo López reconoció tras prestar declaración en el juzgado que tanto a él como a la enfermera les «costó muchísimo suspender las maniobras».