Fomento planea volar la montaña del Bierzo para poder reabrir la A-6

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GALICIA

El corte podría prolongarse mucho más tiempo de los tres meses previstos en una primera valoración

24 feb 2009 . Actualizado a las 02:11 h.

Volar la montaña. Esa es una de las alternativas que valoran los expertos para evitar que una ladera de la sierra de La Escrita siga cayéndose sobre la A-6, en el municipio berciano de Trabadelo. La solución para que la parte norte de Galicia pueda estar conectada por autovía con la Meseta sin ningún tipo de interrupción se presenta complicada, de forma que los más optimistas refieren una espera mínima de por lo menos tres meses. De momento, en ambos sentidos del vial es preciso desviarse entre los kilómetros 415, enlace de Trabadelo, y 420, en Portela de Valcarce. Son poco más de cinco kilómetros los que hay que recorrer de nuevo por la vieja N-VI.

Ayer, el Ministerio de Fomento informó por vez primera oficialmente del desprendimiento y, al mismo tiempo, indicó que «están siendo evaluadas las causas, a efectos de llevar a cabo las reparaciones que resulten precisas en el tramo afectado». Nada se aportó sobre las soluciones. Sin embargo, el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, explicó que una de las alternativas es volar de forma controlada la montaña, si es que no se va cayendo de una forma natural. Es posible que si vuelve a llover con la intensidad de las últimas semanas, los desprendimientos de las últimas horas se agudicen.

Precisamente, el temor a que se produzcan más desprendimientos fue lo que llevó a cerrar la autovía en la tarde del pasado sábado. La caída de piedras ponía en grave riesgo la circulación, toda vez que el vial discurre por la base de la ladera.

«Está abierta arriba»

El alcalde de Trabadelo, Ricardo Fernández, mostró su preocupación por la situación en que se encuentra la montaña. Dijo que en su parte superior está abierta y añadió que las grietas eran considerables. El regidor vaticinó que la situación podría empeorar gravemente. En este sentido, algunos expertos mostraron su preocupación por si se vuelven a producir temporales de nieve como los de hace algunas semanas, porque la comunicación quedaría totalmente colapsada.

La solución a este problema tendrá un coste sin precedentes. Es incalculable, al menos por ahora, saber qué inversión será necesaria para arreglar este tramo, que ya fue uno de los más caros de obra vial de España.

A mayores de la inversión que será precisa para volar la montaña o, en su caso, adoptar otra solución técnica, muy difícil, por otra parte, hay que añadir el dinero que se ha perdido. En el año 2001, el Ministerio de Fomento tuvo que habilitar una partida especial de 27 millones de euros para intentar frenar los derrumbes que se producen en la montaña desde que fue cortada por las máquinas para dar paso a la autovía.

Cuando las primeras grietas afloraron en la montaña, los técnicos pensaron en una solución que finalmente solo fue un parche que aguantó seis años. Consistió en la construcción de dos taludes. El primero de ellos, de cien metros, supuso una inversión de 8,7 millones de euros. El proyecto contemplaba construir cinco muros de hormigón con anclajes y otro tipo de refuerzos.

El segundo de los taludes fue proyectado con un largo de 165 metros y, además con un falso túnel de doble entrada para los cuatro carriles que lleva la autovía por el lugar. Este gran muro tenía como finalidad frenar el empuje que ya por aquel entonces se había detectado que ejercía la montaña. En este caso, la inversión prevista rondó los 17,1 millones de euros.

Es posible que todo este desembolso, realizado en los primeros meses del año 2002, no haya servido para nada, aunque los técnicos serán quienes tendrán la última palabra.