Dentro de diez años Galicia tendrá menos habitantes que en la actualidad y además su población estará más envejecida. Esa es una de las conclusiones que extrae el Instituto Nacional de Estadística (INE) de la proyección del nuevo censo de la población española hasta el año 2017, que ayer dio a conocer.
Galicia, de hecho será, según esas estimaciones, la comunidad española donde los fallecimientos superarán en mayor cantidad a los nacimientos en el próximo decenio, circunstancia que cada vez define más el perfil de la población gallega. La proyección del INE señala que Galicia sumará entre el pasado año y el 2018 un crecimiento vegetativo negativo de 92.113 personas. Dicha tendencia tendrá una evolución cada vez más acentuada, alcanzado su culmen en el 2017, ejercicio en el que se prevé que se produzcan 13.207 muertes más que nacimientos.
Con todo, Galicia pasará de contar de sus actuales 2.735.078 habitantes a 2.701.145 a las puertas del 2018. Y es que el INE considera que la comunidad gallega ha tocado techo en lo que se refiere a la cantidad de nacimientos registrados y que pasará de los 21.545 del pasado ejercicio a tan solo 17.672 en el 2017, o lo que es lo mismo: de 59 al día, como ocurre ahora, a 48.
Sin límite para las defunciones
Las defunciones tendrán en cambio un comportamiento distinto y los expertos en estadística no encuentran todavía límite al incremento en el número de fallecimientos anual de la comunidad. Según sus estimaciones, Galicia verá cómo de los 28.738 fallecidos del último ejercicio se pasará a 30.880 dentro de diez años tras un sostenido crecimiento anual.
En la pérdida anual de 3.393 habitantes que sufrirá la comunidad, según el referido trabajo, incidirá también de manera determinante la marcha de 81.413 gallegos en el próximo decenio, tiempo en el que en cambio recalarán de manera más o menos estable 139.276 extranjeros. La cifra, a juicio de los expertos, sigue siendo completamente insuficiente para mantener el tejido productivo y asistencial de la comunidad, y aunque el saldo migratorio resulte positivo, no deja de ser uno de los más bajos de España, mejorando solo las previsiones hechas para el País Vasco, La Rioja, Navarra, Extremadura, Cantabria y Asturias, evidenciando el poco atractivo para los inmigrantes del conjunto de la cornisa cantábrica.
Menos emigrantes por la crisis
La crisis se apunta también como una de las circunstancias que limitarán la llegada de extranjeros. El INE estima que ya en el 2009 se producirá una caída de 6.100 personas en el contingente de inmigrantes llegados respecto a lo registrado el pasado año, cuando se dieron de alta en la comunidad 20.473 personas venidas de otros países. Teniendo en cuenta el panorama que traza el órgano estadístico español, hasta el 2012 no se producirá un repunte de dicho contingente, aunque ya no alcanzará las cifras de la mitad de la presente década.
Para completar el mapa poblacional gallego, el INE advierte que en el año 2018 la franja que sostiene el tejido productivo gallego se habrá estrechado peligrosamente al aumentar el número de personas mayores de 65 años.