Las truchas asoman la cabeza de nuevo en el río Xallas

E. E.

GALICIA

10 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Quien hubiese visto el charco de agua oscura en que hace un año se convirtió el embalse de Fervenza no hubiera dado un duro por la recuperación de la fauna fluvial.

En una piscina de lodo flotaban los cuerpos sin vida de miles de peces. En medio de los animales muertos, otros tantos -incluidas truchas de medidas envidiables- boqueaban sin fuerza. Los que tenían mejor suerte se colaban, como por un desagüe, por la salida del caudal ecológico.

Medio Ambiente recogió cientos de animales muertos río abajo. Otros acabaron trasladados a una piscifactoría muy afectados por la falta de oxígeno y por la alta concentración de lodos. Parecía que allí no iba a quedar nada vivo.

Pero no fue así. La reducción del caudal ecológico de la presa permitió embalsar más agua oxigenada. Y eso bastó. Técnicos de Medio Ambiente certificaban unos meses después que, pese a todo, el Xallas seguía vivo.

Un año después dicen quienes frecuentan el cauce que hay truchas, y que las hay grandes. A través del caudal ecológico se colaron hace un año peces que harían las delicias de cualquier pescador. Muchos sobrevivieron y hacen ahora, todavía más grandes 12 meses después, la dicha de otros que prefieren ocultar sus nombres cuatro meses antes de que abra la temporada.

Cuenta Félix Rodil, delegado de la Federación Galega de Pesca en A Coruña, que tanto desde la federación como desde la sociedad de pesca Salmo se ha pedido a la Xunta que vuelva a abrir el Xallas para permitir capturas dentro de un coto sin muerte. Es posible, dice, que si Medio Ambiente detecta suficiente abundancia de fauna fluvial, se pueda incluso practicar la pesca tradicional.

Si las lluvias siguen cayendo con la misma intensidad de las últimas semanas, hasta es posible que el embalse recupere sus niveles de ocupación medios.

Eso si sigue lloviendo, porque aunque las precipitaciones fueron generosas en los últimos tiempos en la Costa da Morte, tampoco la lluvia está todavía en la media. Así, en octubre cayeron poco más de 100 litros por metro cuadrado, cuando los valores típicos para ese mes, teniendo en cuenta datos de los últimos 25 años, se sitúan ligeramente por debajo de los 150 litros por metro cuadrado.

Si llueve, habrá recuperación. Lo que no está hoy muy claro es qué puede pasar si tras un verano seco llega un otoño de las mismas características. Veremos.