El plazo para pedir la sustitución de las líneas de telefonía rural (conocidas popularmente como TRAC) acaba el próximo martes. El Colexio Oficial de Enxeñeiros de Telecomunicación de Galicia emitió ayer un comunicado para informar a los usuarios de esta tecnología que deben formalizar las solicitudes de cambio antes de ese día si quieren obtener un servicio de similares prestaciones, que contará además con un acceso funcional a Internet.
Si la petición se realiza después de esa fecha, y hasta finales del 2009, el cambio, que será acometido por el operador designado para la prestación del servicio, será igualmente gratuito, pero no garantizará la continuidad ni el buen servicio de la comunicación (mantenimiento del número de teléfono, solución de averías...).
La fecha del 30 de septiembre como tope para reclamar la sustitución de la línea está recogida en una resolución del pasado 27 de mayo de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
El objetivo de esta resolución es salvaguardar los derechos de los abonados cuyas líneas aún permanecen conectadas a través de la telefonía analógica, una tecnología que el Gobierno decidió sustituir en todo el país debido a las dificultades para ofrecer un servicio de Internet de altas prestaciones.
Todo este operativo, según explica el comunicado del colegio oficial, entra en conexión con el proceso de digitalización que se puso en marcha hace varios años precisamente para extender el uso de la banda ancha a toda España.
En el caso de Galicia, el plan de sustitución de las líneas TRAC tiene un especial protagonismo. No en vano, un tercio de las que llegó a haber en toda España estaban instaladas en la comunidad, principalmente en pequeños núcleos de la zona rural.
Fuera de plazo
Lo llamativo del asunto es que el plan para reemplazar todas estas líneas debería haber concluido a finales del 2004, un plazo que se ha ido demorando de forma progresiva a medida que surgían dificultades para erradicar definitivamente esta tecnología.
El proceso de sustitución para el usuario es aparentemente simple por cuanto solo hay que ponerse en contacto con Telefónica (titular de las líneas TRAC) y pedir el cambio sin coste adicional. Antes de 60 días, la compañía habrá instalado en la casa del solicitante una nueva tecnología que ofrezca la posibilidad de obtener el servicio de Internet de banda ancha.
El cambio de las líneas TRAC enlaza en Galicia con otro plan puesto en marcha por la Xunta a principios del 2007 para llevar la banda ancha a todos los rincones de la comunidad. El Gobierno gallego dotó este programa con 800 millones de euros que permitirán extender las redes y cumplir con el compromiso de ofrecer Internet de alta velocidad en todos los núcleos gallegos con más de 500 viviendas a finales del año que viene.