Un incendio afectó, durante toda la noche del martes al miércoles, a uno de los dos vertederos situados en el lugar de Areosa, perteneciente a la parroquia de Queixas, en Cerceda. En concreto, el siniestro ocurrió en el que sirve a una empresa privada para acumular residuos inertes próximo al que utiliza Sogama.
La llamada de un vigilante de una nave de la zona, realizada a las 0.40 horas, alertó a los servicios de emergencia de la existencia de un fuego en la planta de inertes, según informó el 112. En ese momento se puso en marcha un dispositivo que movilizó a los bomberos del parque comarcal de Ordes (acudieron cuatro, con tres vehículos), la Guardia Civil y Protección Civil.
Un portavoz de los bomberos señaló que, al llegar al lugar, se encontraron con un fuego «de grandes dimensións», por lo que tuvieron que aplicarse en el control y la contención de las llamas. Durante los trabajos fue necesario pedir más medios: una autobomba forestal para nutrir de líquido a los camiones y vehículos propios de la empresa (palas cargadoras y camiones), con los que llevaron a cabo, sobre todo, movimientos de tierra.
Los bomberos emplearon unos 55.000 litros de agua en las tareas de extinción, y para el sellado -una vez controlado el incendio- emplearon toneladas de tierra arcillosa, al tiempo que enfriaban constantemente la zona para evitar la propagación.
La suma de esas labores dio resultado y solo se quemó uno de los silos de los residuos, aunque de proporciones considerables, según señalaron los bomberos. Finalmente, quedó imposibilitado cualquier riesgo de propagación.
Ocho de la mañana
Cuando toda la tarea estaba ya rematada, habían pasado más de siete horas. Los bomberos del parque comarcal de Ordes cerraron definitivamente el dispositivo a las ocho de la mañana de ayer.
Las causas del incendio se desconocen hasta el momento, y las hipótesis son las habituales: una reacción química o un fuego intencionado. En cualquier caso, no es la primera vez que Areosa sufre un incendio, tanto en el vertedero de Sogama como en el de la empresa Danigal, que técnicamente es una planta de valorización de residuos. No hace ni cuatro meses se quemó una pala, y hace un año, también en el mes de agosto, la instalación privada sufrió otro siniestro.