«Somos mendicantes non por pobres, senón por ter que pedir case con humillación»

E.Á.

GALICIA

07 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

José María Barja es la calma que siempre llega tras la tempestad, después de los años en los que cada frase de Villanueva o Meilán (sobre todo si este último aludía a la facultad de Medicina) lograba titulares y abría brechas entre las dos instituciones. Ahora, con la polémica de Medicina temporalmente aparcada, Barja, catedrático de Álgebra, asegura que la universidad es una de las instituciones más autocríticas con su trabajo, y apuesta por la cultura del mecenazgo, afincada en el mundo anglosajón y que en España se encuentra no solo con el escollo de la falta de tradición, sino con los pocos incentivos que hay.

«Aquí non hai tradición, pero tamén hai un compoñente de tipo fiscal; se non hai unhas vantaxes non se inviste. Ese concepto de filantropía é un concepto que na nosa cultura non encaixou aínda, pero os poderes públicos tamén poden empuxar nese sentido promovendo cambios lexislativos», exhorta.

Más recursos por parte de empresas, pero también por parte de instituciones públicas. El rector coruñés refrenda las palabras del compostelano cuando aludía al complejo de «mendicantes», en la acepción «non de pobre, senón de ter que pedir case con humillación algo».

Discurso de empresa

Y si el concepto que la sociedad tiene de las universidades debe cambiar, también el que tienen las empresas. «Hai un discurso de empresa que di: "non, que os universitarios non mo resolven". Iso é un problema», afirma Barja. Un discurso que existe, pero que, según este matemático que bromea sobre el origen del término álgebra ( algebrista llegó al castellano con las acepciones de 'componedor' y 'alcahuete'), está cambiando rápidamente con el esfuerzo que están haciendo, y que debe reconocerse, a las universidades.