Un joven de 22 años, vecino de Xermade, circulaba a 210 kilómetros por hora y, para eludir las posibles multas por exceso de velocidad, supuestamente alteró los números de la matrícula. La Guardia Civil acabó interceptándolo en las proximidades de Rábade en la madrugada del pasado miércoles y le imputa dos delitos: contra la seguridad del tráfico y falsedad documental.
Una patrulla paró al joven conductor, cuyas iniciales son A.?R.?P., cuando circulaba a gran velocidad, aunque en ese momento los agentes no cuantificaron el exceso con ningún medio de control. Sin embargo, contactando con el Centro de Control de Tráfico del Noroeste pudieron comprobaron que el coche había pasado a las 00.38 horas de la madrugada a 210 kilómetros por hora por el kilómetro 397. La cámara fotográfica recogió perfectamente la infracción.
En la inspección del vehículo los agentes detectaron que la placa posterior estaba alterada de modo que los dígitos segundo y tercero habían sido cambiados. Dos números cinco fueron convertidos en seises.
Al doble de lo permitido
La Guardia Civil afirma que una de las razones de esta alteración era que el conductor creía que podría circular a la velocidad máxima que le permitiese el motor sin tener que pagar multas y sin perder puntos. También podría cometer otras infracciones impunemente, salvo que lo detuviese una patrulla y descubriese los cambios, como acabó sucediendo.
El radar por el que pasó a casi el doble de la velocidad autorizada está ubicado entre Pedrafita y Becerreá, según informaron diversas fuentes. Ahora el conductor perderá 6 puntos de golpe y quedará a la espera de la petición de pena que efectúe el fiscal por los delitos que le imputan los agentes de la Guardia Civil de Tráfico.