La ciudad fue represaliada, pero los ecos de la jornada llegaron a Europa
10 mar 2011 . Actualizado a las 12:48 h.«O ocorrido foi a consecuencia dunha actuación ditatorial do director da Bazán, pero fundamentalmente das ordes que se deron desde Madrid. Dous mortos non son unha casualidade. Sesenta feridos de bala non son unha casualidade. Ferrol era un recuncho perdido. Fíxose así porque había que darlle un escarmento a toda España; unha lección de que as loitas obreiras non se lle podían subir ás barbas ao ditador. A consigna foi: ?A por eles?. As repercusións daqueles feitos chegaron a toda Europa e creo que a todo o mundo». Así rememora José María Cabado Martínez, trabajador de Bazán, y que llegó a ser uno de los líderes de CC.?OO. y del PC en la ciudad, los acontecimientos del 10 de marzo de 1972, un punto de inflexión en la conquista por la democracia, y una fecha convertida desde hace años en el Día da Clase Obreira Galega que hoy cumple su trigésimo novena edición.
El testimonio de Cabado, plasmado en el primer volumen de las Biografías Obreiras de Ferrol, editadas por la Fundación 10 de Marzo, obra de Antonio Blanco y Lorena Bustabad. Cabado, que participó aquella fatídica jornada en la protesta de los trabajadores de Bazán en defensa de un convenio propio cuando fueron disueltos a tiros por la policía. Tras su detención, días después, coincidió en la comisaría con Fernando Miramontes, otro líder obrero de la ciudad, que fue torturado salvajemente durante tres días. Su salvación fue su puesta a disposición judicial. «Para subir al jeep yo no podía andar, me tuvieron que coger». El juez Sola, un hombre profundamente cristiano, envió directamente a Miramontes al hospital durante una semana, aunque no se libró de la cárcel.
Tampoco se libraron algunos curas de las represalias por su apoyo a las demandas de los obreros del astillero ferrolano. Lo cuenta en primera persona Antón Martínez Aneiros, que era párroco y delegado de Cáritas, y posteriormente llegó a ser el primer alcalde democrático de Narón. Tras los disparos en el Pilar, ayudó a llevar a los heridos a los sanatorios del Carmen y San Javier. «A un saqueille unha bala perdida do ventre (...) e pronto soubemos da noticia dun morto e doutro para morrer». Martínez Aneiros ofició el entierro de uno de los fallecidos. «Lín a homilía e dixen unha palabra que deixou desarmados a todos, incluidos aos almirantes: ?Diante da sangue dos mártires non queda máis remedio que poñerse de xeonllos?». Y se arrodilló. «Ninguén se atreveu a quedar de pé. Nin militares nin policías».
Al líder nacional de CC.?OO., Ignacio Fernández Toxo, que hoy estará presente en los actos en Ferrol, el 10 de Marzo del 72 le cogió como máximo dirigente de las Juventudes Comunistas y trabajador del astillero. Tras los incidentes, se escondió en casa de un hermano, pero no se libró de ser detenido, junto a su abogado. Tras un breve paso por la cárcel, vivió en Asturias, Madrid y Vigo con una identidad falsa. «Me quedé prácticamente aislado seis meses, sin salario y viviendo de la caridad de los amigos», recuerda. «Algunos hablan de enfrentamientos, aquello no fue un enfrentamiento, fue una masacre. (...) Cayeron dos -en alusión a Amador Rey y Daniel Niebla- como podían haber caído cuarenta», subraya Toxo.
Los actos de la jornada
Ferrolterra celebrará distintos actos en el Día da Clase Obreira. A las 10, la CIG celebrará en su local una asamblea de delegados. A esa misma hora, la USTG secunda un acto interno con afiliados. A las 11 se desarrollará la ofrenda floral institucional en el monolito del 10 de Marzo. La ofrenda de la CIG será una hora después, en el mismo emplazamiento. A las 18,30 horas, CC.OO. inicia su manifestación en la plaza de O Inferniño, que culminará en la de Armas. La movilización de la CIG empezará a las 20 horas en su sede y finalizará en el Cantón. El consello comarcal de EU emitió ayer un comunicado en el que llama a la ciudadanía a participar en las movilizaciones y los actos vinculados al Día da Clase Obreira.