Caranza y los ensanches copan el 38% de la población ferrolana

Rocío Pita Parada
Rocío Pita Parada FERROL/LA VOZ.

FERROL

La periferia urbana del centro nutre al municipio de ocho de cada diez de sus habitantes

30 ago 2010 . Actualizado a las 12:57 h.

La periferia del centro urbano ferrolano concentra casi ocho de cada diez habitantes del municipio. Solo Caranza, con sus casi 12.000 habitantes, sería el cuarto municipio de la comarca, solo por detrás de Ferrol, Narón y Neda. El más populoso de los barrios de la ciudad tiene una población poco por debajo de Betanzos y a la altura de Ordes. Pero es solo la mitad de los alrededor de 22.000 vecinos que se contabilizaban a principios de los años ochenta, según apuntó ayer la presidenta de la asociación de vecinos, María del Pilar Rodríguez Venancio.

A su juicio, el nivel de servicios del que dispone el barrio es «acorde a sus necesidades». No obstante, matiza, siempre hay aspectos a mejorar, y en este sentido la demanda actual pasa por «un centro comercial y un nuevo mercado, pero no en campaña electoral, sino que sea una realidad», añadió. Además, señala la necesidad de una nueva guardería pública, ya que para la actual «quedan muchos niños en reserva».

Caranza, junto al Ensanche A y a Ultramar, agrupan a más de 28.000 vecinos, el 38% de los ferrolanos. La zona de O Inferniño le va a la zaga a la principal entidad demográfica de Ferrol, con más de 10.000 censados. Es uno de los pocos barrios que ha incrementado su padrón, gracias a una población flotante que recala allí de forma temporal por cuestiones de trabajo. «Es difícil de contabilizar la población exacta, porque fluctúa mucho», ratifica el presidente de la asociación de vecinos del Ensanche A, Rafael Leira. El censo del barrio se ha incrementado con la llegada de inmigrantes, pero si hay algo que caracteriza a su población es el paulatino envejecimiento.

Desde el barrio, la carencia más importante que advierten es la ausencia de zonas verdes, que se paliará con la reforma del Palco de Ánimas. Se suman también a la demanda de una escuela infantil, aunque sus reiteradas peticiones se toparon con la inexistencia de solares de propiedad municipal que poder poner a disposición de la Xunta. «Algún día el Concello tendrá que comprar alguno para hacerla», subraya. Y el envejecimiento hará también, dice Leira, que sea necesaria una ampliación del centro de la tercera edad.