Navantia califica de «éxito total» el cambio en las hélices del «Juan Carlos I»

R.P.P. FERROL/LA VOZ.

FERROL

26 ago 2010 . Actualizado a las 12:33 h.

El megabuque Juan Carlos I regresó ayer a Navantia con su primera misión cumplida: la de testar el cambio en las hélices para evitar las vibraciones detectadas. Fuentes oficiales del astillero público calificaron de «éxito total» las modificaciones introducidas, que han borrado la cavitación -la formación de burbujas de vapor- que afectaban al sistema y cualquier otro efecto indeseado. Además, aseguran desde la factoría, se ha conseguido una «mejora general en la propulsión» y un mayor rendimiento de su velocidad.

Los ejercicios desarrollados entre las rías ferrolana y coruñesa han acreditado que la sustitución de los pod's de las hélices de popa ha sido la solución a los problemas advertidos. De esta manera se dan por cerradas las últimas pruebas técnicas previstas para el nuevo buque insignia de la Armada, el de mayor porte que ha tenido en su historia. Para su desarrollo han embarcado unas 250 personas, entre personal técnico de Navantia y empresas suministradoras de equipamiento, así como unos sesenta militares, miembros de la primera dotación del buque.

Ahora todo está listo para que la unidad pueda comenzar a prestar servicio a la Armada. Lo hará tras la entrega oficial, una ceremonia de la que hasta el momento no ha trascendido la fecha, pero que fuentes de Navantia estiman que pueda producirse en el mes de septiembre. A partir de entonces, la Armada dispondrá de un buque de proyección estratégica que podrá asumir el desplazamiento de grandes contingentes militares, así como ejercer de portaviones, sirviendo como alternativa al Príncipe de Asturias.