La esperanza llegada de Roma y la Sociedade de Amigos da Paisaxe Galega

R. L.

FERROL

21 dic 2009 . Actualizado a las 19:45 h.

Preside Jorge (de apellido, Gómez), en O Seixo, la asociación cultural que lleva el nombre de Bello Piñeiro. Y cuenta que fue el propio pintor quien creó una de las instituciones que la villa todavía conserva, la Sociedade de Amigos da Paisaxe Galega. Anda estos días Jorge especialmente ilusionado. Porque una de las grandes coleccionistas de la obra de Don Felipe, propietaria de una buena parte de sus mejores cuadros, confirma, desde Roma, su deseo de adquirir la casa natal del pintor para perpetuar en ella la memoria del artista. Para crear allí, vaya, lo que se podría llamar, para entendernos, un museo.

«O nome da señora -dice Jorge- é mellor non dicilo, polo momento, pero nós confiamos en que a cousa saia ben. É unha pena ver a casa de Bello Piñeiro como está hoxe, pechada e abandonada, sen que a xente a poida visitar. ¿Ti sabías -pregunta- que na casa de Bello Piñeiro aínda quedan algunhas pinturas murais? ¡Pois quedan, quedan, claro que quedan!».

«Teño agora 62 anos -dice Jorge-. Cando nós eramos rapaces, non sabiamos quén era Felipe Bello Piñeiro. E agora moito me temo que estea pasando o mesmo: que os rapaces non saiban quén foi. O nome coñéceno, si, porque senten falar del, pero ignoran a importancia que tivo para Galicia o pintor do Seixo. Por iso o noso obxectivo é seguir traballando para cambiar iso, para poñer a memoria de Bello Piñeiro no lugar que ten que ocupar».

Creador de escuela

Tuvo Bello Piñeiro numerosos alumnos. No estará de más decir que creó escuela. Dejó una fuerte impronta en la obra del también muy recordado Ricardo Segura Torrente. Y por supuesto en la de José González Collado, un pintor que, octogenario ya, continúa en plena actividad, y que estos mismos días está exponiendo su obra más reciente. Collado recuerda a menudo la tristeza que emanaba de la mirada de Bello Piñeiro, poco antes de que se lo llevase consigo la muerte. El también lo visitaba en su casa de O Seixo. Hasta allí iba en lancha, naturalmente.