Ferrol perdió desde 1985 unos 800 empleos ligados a ayudas públicas

FERROL CIUDAD

La conservera de San Sadurniño fue el mayor fiasco de los programas, al despedir a 152 operarios

21 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El anunciado cierre, para el próximo día 31 de diciembre, de la planta pontesa de LM Composites ha avivado el debate que se abre periódicamente en la comarca sobre la necesidad de un mayor control de las empresas con ayudas públicas. Tras la primera reconversión naval, las tres comarcas han sido objeto de sucesivos planes de reindustrialización que han articulado subvenciones y líneas de financiación para intentar frenar el declive económico y recuperar el empleo.

Ya se han cumplido 25 años desde que el Gobierno central pusiera en marcha la Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) y a esta le siguieron la Zona Industrializada en Declive (ZID) y los Fondos de Promoción Económica, además de los planes específicos para Ferrolterra y As Pontes. LM es la última, pero no la única del listado de importantes empresas que han echado el cierre después de haberse beneficiado de los incentivos para implantarse en la zona. En concreto, desde 1985, la comarca ha perdido al menos unos 800 puestos de trabajo cuya creación se ha financiado en parte con ayudas estatales o autonómicas. El fracaso más estrepitoso de todos fue el de la conservera El Cisne. Requirió de una inversión de 1,3 millones, contó con una ayuda de 400.000 euros y, tras contaminar el río Xuvia, entró en crisis y acabó con sus 152 empleados en la calle.

La fábrica láctea Quegalsa, ubicada en A Gándara, que también destruyó casi 80 puestos de trabajo, fue otro de los grandes fiascos de la ZUR, a la que sucumbió también la factoría de neumáticos Rubber.

La fábrica de componentes Italtel, que se marchó de As Pontes después de haber percibido 4,4 millones de euros en ayudas y de rescindir el contrato a sus cuatro decenas de operarios directos, es otro de los ejemplos de mal uso de los incentivos.

Con fondos públicos también se había creado la antigua fábrica de bienes de equipo Imenosa -que surgió de una escisión de Astano- aunque acabó por prejubilar a la práctica totalidad de su plantilla y pasar su gestión al astillero ferrolano.