La parálisis del sector eólico se ha cobrado más de 300 empleos y amenaza otros 150 en Ferrolterra

FERROL

29 oct 2009 . Actualizado a las 12:28 h.

Ser la capital gallega del sector eólico le está pasando una dura factura a Ferrolterra. El desplome de la actividad en este segmento de mercado ha destruido decenas de puestos de trabajo en la industria auxiliar y también ha colocado en la picota a otras empresas, que ven en la cuerda floja sus plantillas. La crisis de la industria del viento se ha cobrado ya más de 300 empleos en Ferrolterra, la mayoría de carácter eventual de las plantas de Gamesa en As Somozas y también como consecuencia de la quiebra de la empresa Barlovento. En esta cifra no está cuantificado el empleo que se ha perdido en las industrias auxiliares y también en toda la cadena productiva del sector.

Además, otros 150 puestos están amenazados, entre ellos los de la plantilla de la firma de As Pontes LM Composites, que están afectados por un ERE desde principios de año, y que no dejan de ver incertidumbre sobre su futuro, por cuanto fabrican un tipo de pala de aerogeneradores que, por su tamaño, apenas si tiene demanda ya en el mercado. La factoría da empleo a 90 trabajadores en el polígono de Penapurreira.

También están afectados por un ERE los 65 trabajadores de la planta mugardesa Metalúrgica del Atlántico -perteneciente a Talleres Cachaza-, que trabajaba en exclusiva para Gamesa y que, ante la caída en la actividad, se ha quedado sin un solo pedido.

«Lo que ha sucedido es que el sector lleva viviendo de las rentas seis años y el trabajo se ha acabado; las pocas grandes empresas que están trabajando están volcadas en la exportación», explican fuentes del sector. Las sucesivas directivas que han ido poniéndose al frente de la patronal EGA llevan varios años alertando del desplome que se avecinaba si no se procedía a la adjudicación de nuevos megavatios. El fiasco del último concurso de la Xunta, que aún no ha vuelto a convocarse, ha dado al traste con las aspiraciones de despegue del sector.

En Ferrolterra, pese al desplome en la actividad, las factorías que trabajan principalmente para los mercados exteriores, como Gamesa y Ventogal -ubicada en el polígono naronés de Río do Pozo-, continúan sosteniendo más de medio millar de puestos de trabajo directos.