Los muelles de Ferrol y San Cibrao reciben cada día buques de naciones de cuatro continentes; países como Angola, Canadá o Rusia confluyen en las dársenas
27 oct 2009 . Actualizado a las 12:21 h.El Solymar; el Texel; el Transwood; El Ditzum; el Margaretha... Son solo los nombres de algunos de los dieciséis mercantes que, con sus tripulaciones, embarcaron o desembarcaron en los muelles de Ferrol piezas de aerogeneradores, madera, papel, chatarra, o palanquilla desde el día 23 hasta ayer. La mercancía llegaba o salía para Bélgica, Polonia, Canadá o Francia. Cada jornada los muelles gestionados por la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao se convierten en una plataforma de negocios para medio planeta.
Más de cuarenta naciones
¿A dónde van y de dónde vienen los graneles y mercancías que se esconden tras las cifras del Puerto de Ferrol? La información oficial del organismo indica que durante el 2008 fueron un total de 42 las naciones con las que hubo movimiento comercial. Tal y como se puede apreciar en el gráfico que acompaña esta información, los 12,8 millones de toneladas movidos en el 2008 se repartieron por cuatro continentes. Solo falta Oceanía para hacer el pleno. Aunque con relevancias distintas, en el tráfico marítimo ferrolano confluyen intereses económicos de países tan distantes como Rusia, Angola, Canadá, Kazajstán, Rumanía, China o Japón.
Guinea, Indonesia y Nigeria
Aunque, como ya se ha mencionado, el listado de países a los que se exporta o importa desde el puerto de Ferrol es muy amplio, hay tres especialmente relevantes y que mandan en el ránking con mucha diferencia sobre el resto. Se trata, por este orden, de Guinea, Indonesia y Nigeria. ¿El motivo? De la primera de las naciones llega bauxita -casi 3,7 millones de toneladas el pasado ejercicio- hacia San Cibrao. De Indonesia Endesa importó algo más de 3,3 millones de toneladas de carbón en el 2008. Nigeria exportó 841.000 toneladas, fundamentalmente, de gas.
A partir de ahí las cantidades, aunque importantes, van descendiendo. Destacan además los tráficos llegados desde Estados Unidos y Reino Unido, también de carbón en la mayoría de los casos. Por lo que respecta a lo que sale desde los muelles locales hacia el exterior mandan los envíos marítimos al resto de España y a los Países Bajos, puntos de destino de alúmina que también se traslada, junto con gran cantidad de piezas de aerogeneradores, a Italia.
Siempre según los datos proporcionados por la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao, Argelia es el principal consumidor del acero que sale desde la zona y Portugal, la nación a la que llega buena parte de la madera. Tal y como se puede apreciar en el gráfico que acompaña la información, por continentes son Europa, América y África los principales ejes del tráfico.
Mucha más importación que exportación
El repaso a la balanza comercial que genera la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao deja claro, también, que por el momento los muelles locales son una plataforma dedicada mucho más a la importación que a la exportación. Dicho en otras palabras, entran muchos más graneles y mercancías de los que salen. Las cifras son muy claras en este sentido. En el pasado ejercicio, que se cerró con 12,8 millones de toneladas -récord histórico del ente local-, cerca de once millones fueron desembarcadas. Venían de otros puertos.
La tendencia es síntoma de la necesidad de conseguir lo que muchas otras radas nacionales e internacionales también persiguen: el desarrollo industrial de su área de influencia terrestre, el denominado hinterland. Cuanto mejor esté comunicado un puerto por vías de alta capacidad y ferrocarril más posibilidades hay de desarrollar este terreno.
Mil mercantes y sus diferentes banderas
Las mercancías y graneles que entraron y salieron de Ferrol durante el pasado ejercicio lo hicieron a bordo de 1.262 mercantes, prácticamente la misma cifra que en el 2007. Han traído, no obstante, más cantidades en sus bodegas, ya que en ese ejercicio se se sumaron once millones de toneladas frente a los 12,8 del 2008. ¿El motivo? Se usan buques más grandes, sobre todo para el carbón, una tendencia que se acentuará previsiblemente en los próximos ejercicios por la capacidad de la dársena de Caneliñas para recibir este tipo de megamercantes. Muchos navegan con banderas de conveniencia, caracterizadas por una más permisiva interpretación de la legislación marítima vigente. Ni los propietarios de esos navíos ni su tripulación tienen que estar, siquiera, vinculados a ese territorio.