Uno de bares en el Torrente

Luís A. Núñez

LUGO CIUDAD

La ferrolana Cristina Moreira vence en el primer concurso de monólogos de la Asociación de Hosteleros

22 oct 2009 . Actualizado a las 12:13 h.

Se abre el telón y aparecen una camarera de Ferrol, un vigilante de seguridad y un electricista en paro de Mugardos, un actor-sindicalista de Narón y un ourensano juntos. No es ningún chiste fácil. Son los cinco finalistas del primer concurso de monólogos Monolobar de la Asociación de Hosteleros de Ferrol y Comarca.

Todos ellos arrancaron ayer unas carcajadas en la capilla del Torrente Ballester al respetable, que llenó hasta la bandera el auditorio.

La temática de los monólogos corría en torno a los bares. Y así se lanzó la ferrolana Cristina Moreira, de 27 años, a detallar un amplio catálogo de bodas: «La pija, la militar, la alternativa y la jailana de Lugo, con su variante de las Rías Baixas». Un compendio gastronómico que remata bailando Paquito el chocolatero... «y ahí va todo el glamur al carajo». Su monólogo le sirvió para ganar el primer premio (300 euros y dos noches de turismo rural).

El mugardés Iván González, de 19 años, relató que su villa es «mundialmente conocida» por dos aspectos: en el primer caso, comparó los tanques de Reganosa a «tener a Yola Berrocal tumbada en la playa de A Bestarruza». La segunda era la Festa do Polbo, «que vale ponerla en gallego, pero ponte en la piel de los veraneantes».

Los dos primeros consideraron el concurso como una prueba «para coger experiencia». Son alumnos de la Escola de Actores de Narón. El tercer monologuista, Bertín Cartelle (Mugardos, 28 años), jamás hizo algo similar. «Hice el amago de apuntarme para ver si venían los colegas y al final se echaron atrás», señalaba. Pero consiguió templar los nervios y cuando arrancó los primeros aplausos brindó al público un «me gustáis mucho más así». Hizo un catálogo de los tipos de bares que no tenía desperdicio.

El ourensano, Víctor Grande (30 años), antepuso su experiencia («eu fago monólogos dende hai 8 anos», reconoció). Hizo reír como loco al público al relatar la historia desde el primer bar troglodita hasta la actualidad, pasando por perlas como la etapa del «Bar-Roco». Y recomendó no ir a un local en el Monte Calvario... «que ahí clavan a Cristo». Quedó tercero y se llevó 100 euros y un bono gastronómico.

El último fue el más veterano. Ex profesor de la Escola de Actores y sindicalista de la antigua Bazán, Luis Ramos (52 años, vecino de Narón) dio el golpe de efecto vestido de camarero. Valoró antes de interpretar «la oportunidad de hacer monólogos en baretos, que son los sitios más adecuados». Su premio fue el segundo: 200 euros y una noche de turismo rural.