El misterio del «Hermanos Landrove»

F. Varela / E. Mouzo

FERROL

Viento lateral, trasvase de gasóleo entre tanques, errores en la estiba de la carga o una posible entrada de agua pudieron escorar el pesquero y dejarlo con la quilla al sol

05 oct 2009 . Actualizado a las 11:41 h.

Cerca de un mes después del accidente del pesquero cariñés Hermanos Landrove , que volcó a 15 millas de la costa de Cedeira, cobra fuerza la hipótesis de que una combinación de causas y no solo una fue el motivo del siniestro. Ocurrió la madrugada del 8 de septiembre y perdió la vida su patrón, Andrés Landrove Yáñez; el resto de la tripulación pudo ponerse a salvo.

El pesquero con 16 metros de eslora y de muy reciente construcción navegaba con viento de costado. Ahora que se encuentra en el astillero de Oza, A Coruña, donde se está terminando su reparación, se siguen discutiendo los motivos, que quedarán presumiblemente aclarados cuando la comisión de investigación del Ministerio de Fomento publique sus conclusiones. Pero tres elementos se barajan en el astillero y en el puerto base, Cariño. El abundante gasóleo que se vertió tras el vuelco podría indicar que se produjo un trasvase desde el depósito de reserva al de diario. Se cree que el patrón habitual dejó abiertas las válvulas entre uno y otro para facilitar el trabajo a Andrés Landrove, el armador, que lo iba a sustituir durante unos días.

Viento norte

Había un viento del norte que acentuaba la escora y una serie de golpes laterales de mar facilitaron una inclinación superior a la que el diseño del barco permitía. A los entendidos les sorprendieron las manchas de gasóleo que rodeaban el casco del barco, ya con la quilla aire, porque los tanques de combustible son estancos y no vierten su contenido aunque se hunda el pesquero. No obstante, si las conducciones de trasvase entre uno y otro depósito permanecen abiertas sí pueden producirse fugas importantes. Aunque la carga de carburante (unos ocho mil litros de gasóleo naval) no era lo suficientemente significativa como para provocar por sí sola el accidente, debido al trasvase.

Por eso, en la familia del fallecido consideran que tuvo que haber una entrada de agua por los imbornales, porque por el peso del combustible no es suficiente. El ingeniero naval Alfonso García Ascaso sugiere que no se precisa una ola gigante para inundar un barco pequeño, si se suman otras causas para que ocasione un accidente. En todo caso, parecen descartarse problemas de diseño porque el proyecto, además de haber sido aprobado por la autoridad marítima, ha servido para la construcción de otros pesqueros, además del Hermanos Landrove . De hecho, existe otro gemelo en Cedeira que no ha sufrido incidencia alguna.