El grupo metalúrgico Acebrón incorporará el próximo año una nueva empresa a las tres que ya tiene en el polígono de Penapurreira, en As Pontes. Será una planta dedicada a la calderería que recibirá el nombre de Acecal y que creará en la zona 25 empleos.
La constitución de la nueva firma comenzó a fraguarse a principios de año, ante la falta de espacio para producir como consecuencia del aumento de la demanda. La cuarta firma de Acebrón dará sus primeros pasos con una inversión inicial de 1,6 millones de euros, en una parcela de alrededor de 18.000 metros cuadrados en el polígono pontés. En ellos se ubicará la planta de mayores dimensiones del grupo, unos 4.000 metros cuadrados destinados a la zona de montaje y almacén, con posibilidad de ampliación a medio plazo hasta los 6.000.
La apuesta de la compañía de Bienvenido Acebrón por la creación de empleo en la comarca contrasta con la ausencia de profesionales cualificados en un ámbito como el del mecanizado, que tiene unos de los sueldos más altos dentro de la industria. Desde el grupo Acebrón aseguran que gran parte de los 102 trabajadores que se distribuyen entre las tres empresas -Mecace, Acesan y Acemetal- pertenecen a la rama de mecanizado y soldadura de las escuelas de Ferrol y A Coruña, pero pocos llegan a Acebrón con una formación definida, que después se les imparte dentro del propio grupo, sobre todo en lo referente a la tecnología más avanzada en maquinaria. De hecho, Acebrón cuenta con una plantilla joven, con una media de edad que ronda los 26 años y que tiene un mayor nivel de preparación en los últimos avances.
Sin embargo, no todos los empleos que se crean en Acebrón están destinados a los nuevos profesionales que salen de las escuelas de formación. El grupo también está participando en el plan de recolocación de los trabajadores de la mina de As Pontes y organiza cursos de soldadura de los que saldrán ocho nuevos puestos de trabajo.
Sector eólico
En el futuro de Acebrón cobra especial fuerza la diversificación hacia otros ámbitos en los que arriesgar, a pesar de que el sector eólico sigue centrando su producción, sobre todo en un momento como el actual, marcado por la competitividad entre empresas para lograr las nuevas adjudicaciones de potencia. Desde la empresa calculan que la demanda continuará manteniéndose durante los próximos 20 años.
Una cartera de clientes en la que se incluyen multinacionales como Vestas, Gamesa o Endesa le han llevado a tener una facturación el pasado año de más de 8,2 millones de euros.