El Marcide suma cero abortos en los últimos 22 años

FERROL

Todos los doctores y parte del servicio de Ginecología son objetores de conciencia

27 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En el hospital Arquitecto Marcide no se practican interrupciones voluntarias del embarazo. No se trata de una situación nueva. La Consellería de Sanidade afirma que nunca se han hecho y fuentes médicas y sindicales del Área Sanitaria corroboran esos datos. Tampoco es una situación única. Desde la aprobación en 1985 de la Ley Orgánica de Despenalización del Aborto en Determinados Supuestos, la vigente en la actualidad, casi ningún centro público gallego ha llevado a cabo interrupciones voluntarias del embarazo, ya que la mayoría de los médicos han preferido acogerse a la objeción de conciencia para no practicarlos.

Eso pasa en el Marcide, donde todos los ginecólogos y parte del personal del servicio son objetores. Desde la consellería se subraya que la situación en Ferrol no tiene nada que ver con carencias de equipamiento: «Nada de iso, trátase dunha cuestión do persoal, que exerce a obxección de conciencia». Una situación que, reconoce la Xunta, «sempre foi igual».

La objeción de conciencia solo está regulada en España en el caso del servicio militar. Sin embargo, una sentencia de 1985 del Tribunal Supremo permite ejercerla en el caso del aborto, ya que la considera consustancial al derecho a la libertad religiosa incluido en la Constitución.

¿Qué hacen las mujeres de Ferrolterra que quieren ejercer su derecho al aborto? Pues se ven obligadas a pasar el trago lejos de su casa y con gastos extras. Si recurren a la sanidad privada la operación sale por una media de algo más de 400 euros.

Si se inclinan por la pública, lo que en muchas ocasiones ocurre por carencia de recursos económicos, Sanidade las traslada al centro de referencia más próximo, el Complejo Hospitalario Juan Canalejo de A Coruña. Allí se practican interrupciones del embarazo después de doce semanas de gestación en el supuesto C de la ley, que el feto vaya a nacer «con graves taras físicas o psíquicas».

El servicio del Canalejo es el único público de la provincia que practica abortos ya que, igual que en el Marcide, los ginecólogos del hospital de Santiago también son objetores. El servicio coruñés fue impulsado junto con el de Vigo por la nueva Xunta bipartita. Todavía es precario y echó a andar hace muy poco, en diciembre del 2006. Sus responsables no pudieron precisar cuántos abortos de mujeres de Ferrolterra han realizado.

Fuentes del Área Sanitaria de Ferrol señalaron que no tienen constancia de mujeres de la zona hayan interrumpido su embarazo en el Canalejo. «En todo caso -señalan- tendrían que haber empezado hace menos de dos meses, porque antes no se hacían». Afirman que la práctica totalidad de las mujeres de la comarca son atendidas en clínicas privadas concertadas.

En cuanto a los supuestos A y B (riesgo para la salud física o psíquica de la madre o violaciones denunciadas), Sanidade las deriva directamente a clínicas concertadas de A Coruña. La sanidad concertada se encarga aproximadamente del 90% de los abortos que se practican en toda Galicia.