Enrique Martínez Robles, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), confirmó ayer en el Congreso que Navantia repartirá la construcción de los dos buques anfibios para la Armada de Australia entre los astilleros de Ferrol y Fene, aunque aseguró que su montaje se efectuará en uno solo de ellos. «Habrá trabajo en los dos astilleros, y también para la industria auxiliar, pero no se va a hacer un barco en un sitio y otro en otro», aseguró.
No obstante, y pese a que el diputado del PP Arsenio Fernández de Mesa le preguntó insistentemente por la planta en la que se montarán los buques encargados el pasado martes por el Gobierno de Australia -y hasta le llegó a inquirir sobre la posibilidad de que se construyesen en Cádiz-, Martínez Robles eludió ser más concreto sobre esa cuestión.
Aunque la planta de Fene sólo dispone de una plantilla directa de 360 trabajadores y de que únicamente está destinada a fabricar bloques para los barcos que posteriormente se montan en la factoría de Ferrol, el titular de la SEPI aseguró que «en estos momentos no estamos incumpliendo los términos de la concesión» otorgada por el Puerto a la antigua Astano. Martínez Robles volvió a aludir a la posibilidad del aprovechamiento de los terrenos sin uso de la planta de Fene y, paradójicamente, dudó de que fuese «muy afortunada» la calificación de activos ociosos, un término que acuñó en noviembre del pasado año la propia SEPI.
Fernández de Mesa recriminó al titular de la corporación pública la política seguida en el astillero: «Si no puede construir barcos pero ustedes dicen que se cumple la concesión del Puerto, aquí hay algo que no casa».
Primeros beneficios
Martínez Robles aseguró además que la previsión de Navantia es cerrar este ejercicio con 2 millones de euros de beneficio y aumentarlos hasta los 22,8 en el 2008. Si finalmente se cumplen esos cálculos, se produciría el mayor hito en la historia reciente de la construcción naval pública, que arrastra números rojos desde hace décadas.
Por otro lado, y por iniciativa del diputado del BNG Francisco Rodríguez, el presidente de la SEPI evaluó el estado de la tramitación de los polígonos industriales que promueve en Galicia conjuntamente con la Xunta. En relación con el parque empresarial de Leixa, Enrique Martínez Robles admitió que hasta «finales del 2009 o inicio del 2010» no estarán terminadas las obras.
El titular de la corporación pública aseguró que el descubrimiento de un castro en los terrenos del futuro polígono obligó a redactar un nuevo proyecto sectorial, que culminará con un parque de 1,3 millones de metros cuadrados y una inversión de 48 millones de euros. Actualmente, añadió, «aún estamos pendientes de conocer la decisión de varios organismos de la Xunta» sobre el proyecto y manifestó que en el primer semestre del próximo año «se procederá a la expropiación de los terrenos» sobre los que no se haya llegado a acuerdo con los propietarios y en el segundo semestre «se iniciará la obra».