Navantia afirma que la F-105, la última nave por el momento de la serie F-100, será la más potente de todas las construidas. El buque, del que se comenzaron a cortar las primeras planchas de acero el pasado mes de junio, estará equipado con un nuevo modelo del sistema de combate Aegis fabricado en los Estados Unidos. Se trata del Aegis 1-B (V), una versión más moderna del que está considerado uno de los mecanismos de seguimiento de blancos aéreos y terrestres más precisos y polivalentes del mundo.
La F-105 incluirá también mejoras en otros equipamientos. Se trata principalmente de sistemas electrónicos y, especialmente, informáticos que serán actualizados hasta las últimas versiones disponibles. Además, Navantia tiene previsto incluir mejoras en la habitabilidad del buque, un campo en el que la clase F-100 ya marcó un antes y un después con respecto a las fragatas empleadas por la Armada en generaciones anteriores, como las F-70.
Reducir costes
En los astilleros ferrolanos también se introducirán cambios en el buque con el objetivo de reducir sus costes de mantenimiento. En todo caso, las modificaciones de la F-105 no cambiarán su aspecto externo, que será igual al de sus cuatro predecesoras en la serie F-100.
Fuentes de Navantia señalaron que las mejoras pretenden continuar en la «línea de excelencia» marcada por la empresa, que le ha permitido consolidarse dentro del mercado internacional, tal y como confirman los contratos de fragatas para la Armada noruega y el recientemente firmado con Australia.
La empresa señaló, además, que las últimas optimizaciones en el diseño de los buques se incluirán también en los programas de compra acordados con el Gobierno y la Armada de Camberra.
El primer examen
Navantia también celebró que la superación de la primera revisión de la documentación funcional de diseño producida para la F-105. La revisión consiste en una especie de «examen» en el que miembros de la Armada analizaron los trabajos de planeamiento para la nave.
La revisión fue celebrada entre los días 2 y 5 de octubre en las instalaciones del astillero de Navantia en Ferrol, donde se construye el buque.
Los análisis se centraron en las citadas modificaciones que presentará la F-105 y que, según señaló la constructora naval, «supondrán una gran mejora en las características y prestaciones» del buque con respecto a sus predecesoras.
La construcción de la F-105 reportará 3,75 millones de horas de trabajo al astillero ferrolano. También incrementará las contrataciones en las auxiliares en un 20% hasta el próximo mes de noviembre.
A esa carga laboral hay que sumar la que aportará el diseño de los tres destructores antiaéreos encargados por Australia, unas 800.000 horas de trabajo. Además de las labores destinadas a terminar el Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I , y a fabricar los dos buques similares también adquiridos por el Gobierno de Camberra, cuyo contrato se firmará el próximo martes.