Como Pontedeume, otros cuatro concellos de la comarca están en manos de gobiernos en minoría, que tienen que andar con tiento con la oposición para sacar adelante sus proyectos.
De estos cinco ayuntamientos, el PP se enfrenta en solitario a las responsabilidades de gobierno sólo en Pontedeume, donde mandan cuatro concejales en una corporación integrada por trece ediles. Esa ventaja se ha dejado notar ya en pleno, cuando la oposición tumbó la propuesta popular de dedicaciones exclusivas.
Sin abandonar la comarca del Eume, río arriba, en As Pontes, es el PSOE el que debe afrontar un mandato en solitario. Además, ahí, los resultados electorales han dejado poco margen de maniobra para conformar una mayoría: así, los socialistas cuentan con ocho ediles, igual que el BNG. El concejal bisagra es uno del PP, que navega entre las dos principales corrientes enfrentadas. El PSOE, de momento, no ha tenido que vivir ningún disgusto en un pleno, pero los nacionalistas anuncian que estarán ojo avizor con las actuaciones de los socialistas. Entre los principales logros que destacan éstos de sus primeros cien días de gobierno en soledad se encuentra la aprobación de un plan de empleo para recolocar a los operarios de las empresas auxiliares de la mina de Endesa. Buena parte de ellos quedarán en la calle en diciembre con el cierre de la explotación de lignito.
Dificultades en la ría
En la ría de Ferrol se encuentran los otros tres concellos dirigidos por gobiernos en minoría: el socialista de Ares, el nacionalista de Mugardos y el liderado por Terra Galega en Narón.
En los dos últimos concellos, la oposición ha hecho valer su mayoría. En Mugardos para aplazar una semana la compra de un cine antiguo, que finalmente salió adelante gracias a los votos favorables de PP y PSOE.
En Narón, la oposición obligó a Xoán Gato a retirar una propuesta de modificación de crédito para aumentar la partida con destino al Pazo da Cultura, entre otras obras.