Compromete la resolución en seis meses de los expedientes para ampliar establos y medidas para evitar la asfixia del sector lácteo
20 feb 2009 . Actualizado a las 03:04 h.Alberto Núñez Feijoo tiene a gala ser «o máis aldeano dos candidatos». Acostumbra a enfatizar que sus raíces están en la Galicia rural frente al arraigo urbano de Touriño y Quintana. Es tal su perseverancia de neno labrego que suena a impostura para equilibrar la imagen urbanita que proyecta. Hace falta imaginación para ubicarlo rodeado de vacas, de parloteo con el granjero sobre el bajo precio de la leche en origen y el repunte de la factura de pienso y forrajes. Cuesta creerlo, sí, salvo en campaña electoral.
Feijoo acudió ayer a un establo de Rois, próximo a Santiago, para presentar junto a los pesebres de 60 frisonas del país algunos de sus proyectos para el sector. Quiere recuperar la que siempre ha sido su despensa de votos y en la que ahora temen que el BNG pueda recoger una buena cosecha por las políticas de bienestar del bipartito. Para neutralizar esa baza, Feijoo se remontó a su etapa de conselleiro y abogó por flexibilizar el urbanismo en suelo rural. El asunto es delicado. La construcción y reformas en las explotaciones agropecuarias quedaron sujetas a un marco proteccionista por la Lei do Solo 9/2002, que Cuíña impulsó y que el propio Feijoo tuvo que revisar (Ley 15/2004) para atender las quejas por las restricciones impuestas. La norma sacó a la luz miles de granjas sin legalizar, cuya situación se ha ido normalizando con la ayuda de los sindicatos. Más de 50.000 están hoy dentro de la ley. Pero quedan muchos expedientes por resolver, que impiden al dueño ampliar o reformar.
El candidato prometió desbloquear la situación en seis meses, «para que todos teñan solucións ante a solicitud de construción». Anunció que las ampliaciones ya no precisarán autorización de la Xunta, porque el PP delegará el trámite en los concellos. Feijoo rechazó que esto pueda multiplicar el caos urbanístico. La Administración, apremió, debe ser ágil, y el urbanismo, estar «ao servizo da xente e non ao revés». Puso como ejemplo la explotación que regentan Manuel Camaño y su hijo Rafael, que tienen que enviar las novillas a Aragón por falta de espacio.
También desglosó sus ideas para el sector lácteo, al que Galicia aporta el 56% de las explotaciones y el 40% de la producción estatal. Lamentó que «a mala negociación en Bruxelas da ministra galega do PSOE», Elena Espinosa, limita al 1% el alza de la cuota en España. Para paliar la «entrada masiva de leites francés e alemán», apostó por que Galicia absorba la parte que las otras comunidades no usen. Además, prometió un Plan Lácteo 2009-2013 para negociar en la UE un régimen específico para los ganaderos que compraron cuota y aún no la han pagado. El candidato del PP vinculó la depreciación de la leche a la «política clientelar» del bipartito.
La visita a la granja, en un horario que no le permitió experimentar el ordeño, evidenció que Feijoo iba preparado para no patinar ante las cámaras, aunque con margen para aprender.
-¿E lle tes nome a todas?
-Si. Esta é a Laura , que é un pouco nerviosa. As vacas queren cariño. É moi importante chamarlle a todas polo nome.
-¿Por que todas teñen nome de muller?
-Porque son vacas.
-¿Están todas contra unha?
-Iso non pasa en ningures.
-En política, si.