Las autoridades culpan a las víctimas del accidente de Castelldefels

Cristian Reino CASTELLDEFELS/COLPISA.

ESPAÑA

Blanco asegura que la estación cumplía las normas de seguridad y que el tren iba a la velocidad correcta.

25 jun 2010 . Actualizado a las 03:25 h.

«Una trágica imprudencia», dijo el presidente catalán, José Montilla. «Todo hace pensar que se debió a una imprudencia por no usar el paso subterráneo, pero hará falta una investigación que arroje luz», ratificó el ministro de Fomento, José Blanco. Ambos señalaron que la estación dispone de todas las medidas de seguridad, ya que se había remodelado en octubre del 2009, por lo que atribuyeron el accidente a una imprudencia de la treintena de personas que cruzaron la vía a pie.

De los 13 jóvenes que se dejaron la vida y de las 14 personas heridas, tres de ellas de extrema gravedad, la mayoría era de origen latinoamericano. Habían viajado desde Barcelona y poblaciones limítrofes a la localidad costera para pasar la verbena de San Juan en la playa. Cuando descendieron del Cercanías procedente de Barcelona se encontraron con que el paso subterráneo que tiene la estación estaba colapsado, lleno de gente, y decidieron atravesar las vías a pie, con la fatalidad de que en ese momento hizo entrada a gran velocidad un tren Euromed, procedente de Alicante sin parada en Castelldefels, que les embistió.

Cuestionan la seguridad

La versión oficial no agradó al cónsul general de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellana, quien aseguró que las víctimas «no encontraron la señalización adecuada» para cruzar las vías. El diplomático dijo que hablaba después de consultar a algunos de los supervivientes de la tragedia. Según relataron testigos presenciales, un grupo se dirigió al puente elevado que hay en la estación y se encontró con que estaba cerrado. Tenía una reja que impedía el paso y no pudieron acceder a la pasarela. Hacía meses que estaba cerrado. Como el paso subterráneo estaba colapsado por los cientos de personas que descendieron en la parada, decidieron cruzar las vías a la carrera.

A pesar de la larga recta que facilitaba la visibilidad no vieron o no oyeron el tren que venía en sentido contrario. Según fuentes oficiales, el conductor avisó varias veces con la bocina y aminoró la velocidad, pero no pudo evitar la tragedia. El tren Alaris circulaba a 139 kilómetros por hora ?el máximo permitido es 150? y hubiera necesitado un kilómetro para detenerse, según fuentes de Renfe. El conductor dio negativo en las pruebas de alcoholemia e hizo las señales acústicas reglamentarias.

En cualquier caso, tanto ADIF, el administrador de infraestructuras ferroviarias, como Renfe y el juzgado de Gavà han abierto sendas investigaciones para esclarecer las circunstancias del accidente. El ministro de Fomento, José Blanco, que adelantó el cierre del Consejo de Ministros de Transportes en Bruselas para desplazarse al lugar del suceso y visitar a los familiares de las víctimas, aseguró: «Hemos podido constatar que la estación se remodeló hace menos de un año, que cumple con todas las medidas de seguridad y con un paso inferior, único paso autorizado para pasar de un andén a otro».

Remodelada hace seis meses

Fuentes de la Generalitat precisaron que la estación estrenó instalaciones hace seis meses. Cambió la accesibilidad, los nuevos sistemas de control de entrada y un paso inferior entre andenes con escaleras fijas y ascensor. El paso de 21 metros y medio de longitud sustituía a la pasarela que sirve ahora exclusivamente para que los viandantes puedan pasar de un lado al otro de la carretera, pero con el acceso a la estación cerrado.

«Cuando se puso en marcha el paso subterráneo y los dos ascensores, se cerró la parte de pasarela que daba acceso a la parte superior porque se entendía que con el tráfico habitual de personas era suficiente», relató Víctor Morlán, secretario de Estado de Infraestructuras. No obstante, reconoció que siempre se puede hacer más. «Uno se queda bastante entristecido porque ve que no ha llegado a cubrir todas las posibilidades que existían».