El PP acusa al Gobierno de atacar y coaccionar al Tribunal Supremo

ESPAÑA

González Pons tacha de radical una marcha en apoyo a Garzón y dice que hace un grave daño a la democracia

27 abr 2010 . Actualizado a las 09:21 h.

El proceso iniciado en el Tribunal Supremo para juzgar al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por un delito de prevaricación en el marco de una investigación sobre los desaparecidos en la Guerra Civil y el franquismo ha desembocado en el mayor enfrentamiento político de la legislatura entre el PSOE y el PP. Ayer, los populares acusaron directamente al Gobierno de tratar de coaccionar al Supremo para que cierre de inmediato la causa contra Garzón. Y lejos de amainar, la tormenta tiene visos de crecer, dado que tanto socialistas como populares consideran que el asunto puede beneficiarles electoralmente.

Dos estrategias políticas

Los socialistas intuyen que el hecho de que las denuncias contra Garzón partan de grupos ultraderechistas y que se tramiten cuando el caso Gürtel entra en su fase decisiva servirá para ligar al PP con la ultraderecha y el franquismo. Los populares opinan, por el contrario, que el empeño del Gobierno en amparar las manifestaciones en favor de un juez acusado de prevaricación y en no censurar los ataques que está sufriendo el Tribunal Supremo evidencian ante la opinión pública el intento del Ejecutivo de presionar al poder judicial. Unas estrategias que se repiten y se refuerzan en el debate en torno a la sentencia del Estatuto de Cataluña.

En ese marco, la manifestación del sábado en apoyo a Garzón ha servido para aumentar la crispación, trascendiendo el debate en torno al magistrado. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, calificó de radical esa manifestación, que a su juicio tenía como objetivo «coaccionar y limitar la capacidad de decisión» del tribunal, y reclamó la Gobierno que deje de «atacar» al Supremo. «Cuando desde el Gobierno, como está haciendo Zapatero y sus ministros, se ataca a instituciones neutrales como el Tribunal Supremo, se causa un daño en la democracia que tarda tiempo en cicatrizar», aseguró el portavoz del PP, que añadió que «no es un momento de separatistas o de separadores» y que se necesita «un Gobierno que sume, no un Gobierno que reste y que divida».

Quiroga anima a «rebelarse»

«En las manifestaciones en apoyo a Garzón se exhibieron banderas y lemas que pretenden un cambio de modelo de Estado y creo que eso es una conducta claramente radical», explicó González Pons en referencia a las banderas republicanas. La presidenta del Parlamento vasco, la popular Arantza Quiroga, fue más lejos y animó a los jóvenes a «rebelarse» contra aquellos que quieren «trasladar todo el odio y el rencor» que llevan dentro, en referencia a los manifestantes.

La respuesta al PP llegó de manos de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que afirmó que lo que dicen los populares «además de ser extraordinariamente grave, denota que algunos de los dirigentes del PP no deben vivir en el país en el que vivimos la mayoría». «Después de 30 años de sólida democracia por la que hemos luchado mucho -algunos, por cierto, dejándose la vida-, les puedo asegurar que nuestra democracia goza de muy buena salud incluso a pesar de los ataques continuos que la derecha española y los dirigentes del PP están haciendo a los fiscales, a la policía y a los jueces».