Desacreditar al acusador sin mirar hacia el interior

G.?B.

ESPAÑA

08 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Desde que el escándalo estalló en el mes de febrero, la estrategia del PP frente al caso Gürtel ha estado más volcada en desacreditar las acusaciones judiciales que en tomar medidas internas contra los presuntos responsables o beneficiarios de la trama corrupta.

Sin investigación interna. El partido no ha abierto nunca una investigación interna sobre lo sucedido. María Dolores de Cospedal aseguró ayer que no pueden hacerlo mientras haya una investigación judicial en marcha. Esa afirmación se contradice con el hecho de que el PP abrió una investigación interna sobre las presuntas escuchas en la Comunidad de Madrid paralela a la judicial, aunque la cerró al poco tiempo.

Desacreditar al juez. La primera reacción del PP ante las acusaciones fue recusar al primer juez encargado del caso, Baltasar Garzón, alegando «una enemistad manifiesta» del magistrado con el partido. Aseguró entonces que el juez inventaba las acusaciones para perjudicar al PP.

Contra los policías. Una vez que la recusación fue rechazada, Garzón se inhibió en el caso y otros jueces confirmaron las acusaciones, el PP cargó contra los responsables del Ministerio del Interior y las fuerzas de seguridad que, según afirmaba, filtraban partes del sumario para perjudicar al partido.

Contradicciones. Los diputados del PP de Madrid imputados en el caso fueron suspendidos de militancia y apartados de sus cargos, aunque mantienen su condición de parlamentarios. Sin embargo, ni Francisco Camps ni Ricardo Costa fueron suspendidos pese a que estuvieron imputados de manera provisional.

Sin medidas contra Bárcenas. Rajoy no tomó tampoco ninguna medida contra el ex tesorero del partido y senador Luis Bárcenas pese a las graves acusaciones contra él contenidas en el sumario. Solo cuando fue definitivamente imputado, Bárcenas renunció al cargo de tesorero, aunque sigue siendo senador y militante del PP.

Camps no da explicaciones. Rajoy se ha volcado en respaldar públicamente a Camps, en contra de la recomendación de otros dirigentes del PP, pese a que el presidente valenciano no ha dado nunca explicaciones sobre su relación con la trama.