De Cospedal le dice a Aguirre que la víctima del caso de espionaje es el PP

ESPAÑA

«En mis tiempos, si alguien intentaba espiar, yo le cascaba», señala Fraga, que tercia en el asunto

29 ene 2009 . Actualizado a las 14:27 h.

La guerra no cesa, la tormenta política no amaina. La número dos de Rajoy, María Dolores de Cospedal, respondió ayer a Esperanza Aguirre que «el mayor daño político» del escándalo del espionaje en Madrid «se le hace al PP», al margen del que pueda causar a algunas personas. La gran víctima, por tanto, no es la presidenta. La secretaria general dio la voz de alarma a los suyos, porque lo que está en juego es la credibilidad del partido. Defendió la investigación interna que está llevando a cabo por encargo de Rajoy, porque su obligación es defender «el buen nombre» y la «trayectoria intachable» del PP, que se están poniendo en entredicho

La presidenta de Madrid había declarado el día anterior que es la víctima de lo que está pasando y que van políticamente a por ella. De Cospedal se vio obligada a desmentir que la dirección nacional haya lanzado una ofensiva contra Aguirre, lo que calificó de «disparate». Además, la presidenta reveló el martes que tanto ella como Rajoy conocían desde el 2006 la existencia de dosieres comprometedores contra sus dos hombres fuertes, Ignacio González y Francisco Granados. Entonces no les dio ninguna importancia y ahora ha abierto una investigación interna que ha provocado un profundo malestar en Aguirre.

Aguirre echó ayer más leña al fuego al exigir a Gallardón que aclare si el Ayuntamiento tiene una unidad parapolicial a su servicio, tal y como denunció un sindicato policial. El delegado de Seguridad del alcalde, Pedro Calvo, lo desmintió. Por su parte, el diario El Mundo, próximo a la presidenta, acusó al tesorero del PP, Luis Bárcenas, afín a Rajoy, de presionar a la Comunidad para conseguir contratos. El líder del PP, con dificultades para cerrar la crisis, sigue manteniendo su silencio y ni siquiera ha dicho si tuvo conocimiento de los informes y cómo actuó entonces. Sí habló, en cambio, Manuel Fraga. Aseguró: «En mis tiempos, si alguien intentaba espiar, yo le cascaba». Pero no aclaró más.

Un nuevo espiado

El escándalo del espionaje ha provocado la alarma entre dirigentes y militantes del partido, que ven como aumentan los espiados. Ildefonso de Miguel, gerente del Canal de Isabel II que preside González, se ha sumado a la ya nutrida nómina. Tras conocer la existencia de un dosier sobre su patrimonio, anunció ayer una denuncia ante los tribunales. De Miguel es el hombre de confianza de González en la primera empresa pública de Madrid, que ahora quiere privatizar Aguirre. El informe cifra en cinco millones su patrimonio.

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, exigió a Aguirre que «nos deje en paz a los demás», en respuesta a las declaraciones de la presidenta en las que recordó que Zapatero dijo que iba a ganar en Madrid «como sea». El líder del PSM, Tomás Gómez, aseguró que Aguirre es una mezcla de Hugo Chávez, porque Telemadrid está tratando el asunto de forma vergonzante, y de Stalin, por el KGB.