Cuatro militares ratifican al juez del Yak-42 sus quejas sobre el mal estado de los aviones rusos
ESPAÑA
Cuatro oficiales del Ejército con altas responsabilidades en el momento del siniestro del Yak-42, en el que murieron 62 militares, ratificaron ayer en la Audiencia Nacional las quejas sobre el mal estado de los aviones alquilados a países de la antigua Unión Soviética, que trasladaron a sus superiores mediante informes escritos e incorporados al sumario por el juez Fernando Grande-Marlaska. En todos los casos los informes tenían que haber llegado «al Ministerio de Defensa».
Entre esos dictámenes figura el elaborado por el teniente coronel Manuel Godoy, que viajó a Afganistán doce días antes del siniestro en un Tupolev-154 ruso. Este oficial se quejó a sus superiores del «gran deterioro» que presentaba el avión, la obstrucción y el mal funcionamiento de las puertas de emergencia, y la falta de diligencia de la tripulación a la hora de cumplir las medidas más elementales de seguridad.