Antonio querría volver al País Vasco tras su baja: «Cuando ves cómo vive la gente que está amenazada allí sientes que es tu obligación hacer este trabajo si reúnes las condiciones para ello».
-¿El sueldo compensa el tipo de vida que llevan?
-Me río cuando leo que cobramos 3.000 euros al mes. Para eso tendrías que trabajar más de 500 horas mensuales y el mes tiene 720. Aunque hay algunos que las hacen. Nuestro sueldo base es de 900 euros, como cualquier guardia de seguridad más otros 300 de plus por escolta. Las horas extra nos las pagan a nueve euros.
-No parece un trabajo muy apetecible.
-Normalmente es muy aburrido, te pasas el 80% del día esperando. Pero es que, además, hace casi imposible tener una familia. Es la profesión con más divorcios. Es duro, ocho compañeros se suicidaron en los últimos años, solo entre el grupo que yo conocía. Aunque de eso no se habla en ningún sitio.
-Aún así, usted no quiere dejarlo.
-¿Qué otra cosa voy a hacer? Yo me fui a Madrid a trabajar de vigilante jurado y cuando empezaron a matar concejales me ofrecieron ir al País Vasco. Necesito vivir.
-¿Que necesitan para asegurar su autoprotección?
-La licencia de armas de 24 horas estaría bien para quienes lo requieran, pero yo preferiría coches con blindaje y mayor información. Ahora llamas para pedir una matrícula y tardan media hora en responderte.