La Xunta rebate los planes de Madrid sobre el empleo de carbón nacional

Beatriz Couce / Luis Villamor FERROL/SANTIAGO/LA VOZ.

ECONOMÍA

El Gobierno fija en un 6% el uso del combustible, pero Guerra asegura que será el doble y parará las plantas gallegas

09 oct 2010 . Actualizado a las 05:05 h.

El Ministerio de Industria aseguró ayer que el decreto que prima el uso del carbón nacional en la generación de electricidad es temporal y coyuntural, e insistió en que su aplicación no implicará el cierre de las térmicas gallegas. Desde el gabinete de Miguel Sebastián se incide en el hecho de que, pese a que la UE ha autorizado al Gobierno español a utilizar este mecanismo hasta el 2014, se trata de una medida de emergencia que usará únicamente cuando se precise.

Fuentes oficiales del ministerio explicaron que el Gobierno ha optado por utilizar esta medida «porque en estos momentos el sector lo necesita, porque la actividad económica es muy débil, se consume menos energía y entran en el sistema de generación aquellas tecnologías más baratas, mientras que las caras, como el carbón nacional, no. Pero esa necesidad se rebajará cuando la demanda crezca».

En concreto, Industria insiste en que utilizará el mineral nacional para generar, como máximo, el 6% de la electricidad del país -pese a que ha pactado con la UE que podría poner en red hasta el 15%-, por lo que las térmicas como las de As Pontes y Meirama (Cerceda) que solo queman carbón de importación tendrán hueco en el mix energético para producir. Sin embargo, la Xunta discrepa abiertamente de esta versión. Ayer, insistió en que la utilización del carbón nacional rondará el 13%, lo que conllevaría «indefectiblemente» el cierre de las centrales térmicas de As Pontes y Meirama, según el conselleiro de Economía, Javier Guerra, en una nueva vuelta de tuerca sobre el conflicto.

Material acumulado

El gabinete de Miguel Sebastián admitió que en los próximos meses el impacto del decreto sobre las centrales gallegas va a ser mayor, mientras se da salida a los millones de toneladas de mineral nacional acumuladas, que serán quemadas en diez centrales del país. Pero considera que a partir del próximo año, debido a que las plantas de As Pontes y Meirama son muy eficientes, volverán a recuperar la actividad. Insiste en que el pasado febrero, cuando se aprobó el primer decreto, se previó la repercusión negativa en algunas térmicas, por lo que se estableció un mecanismo de compensación que fue tumbado por la UE. Desde entonces hasta ahora, cuando Bruselas dio el visto bueno a la norma, la cantidad de mineral nacional acumulado ha crecido, por lo que admite que el golpe a las centrales de carbón importado se prolongará durante más plazo del que había previsto. No obstante, el Ministerio de Industria reitera que los problemas del mercado eléctrico tienen que adscribirse al contexto actual de crisis económica, a la caída de la demanda y a la sobrecapacidad de generación, de forma que en estos momentos apenas si se está utilizando el 40% de toda la capacidad instalada.

«Es imprescindible plantear planes alternativos reales y no dejar esto en el limbo de los justos», denunció el responsable de Economía e Industria, quien lanzó duras críticas al Gobierno central, que no se ha reunido con el Ejecutivo gallego a la hora de adoptar esta decisión. «Nos gustaría explicárselo, pero nos parece mentira que no tengan el más mínimo respeto institucional», comentó Guerra, en relación a su petición de entrevista al ministro de Industria, no correspondida.

La Xunta concluyó ayer la redacción del recurso ante el Tribunal de Luxemburgo para que la comunidad autónoma sea escuchada en Bruselas y la autoridad comunitaria pueda comprobar el daño que el decreto de ayudas al carbón nacional causa a las térmicas gallegas. El Gobierno autonómico mantendrá su línea de reclamaciones ante el Tribunal Supremo y tratará de buscar una posición común en el Parlamento gallego.

Encierro de camioneros

Por otra parte, las protestas continúan en As Pontes. El colectivo de transportistas acordó mantener el encierro en el Concello y trasladar hoy sus peticiones al ministro de Fomento, José Blanco, en Vilalba.