La adopción de medidas en solitario de Alemania aumenta la imagen de descoordinación de la UE frente a la crisis
20 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La figura de Merkel volvió a planear ayer sobre las mesas de operaciones. Y como tantas otras veces a lo largo de esta crisis, los mercados pagaron cara la irrupción en escena de la canciller alemana. Su ofensiva antiespeculación, anunciada por sorpresa el martes, y merecedora de calificativos como «temeraria» y «desesperada» por parte de los analistas, no solo no ha conseguido los efectos deseados, sino que ha servido para avivar el fuego y agravar con ello la fragilidad de las bolsas, la deuda y el euro.
Los nervios fueron evidentes desde primera hora de la mañana, momento en el que los expertos ya habían advertido de que tras los vetos de Alemania -ha prohibido las ventas al descubierto sobre bancos y aseguradoras, deuda soberana de la zona euro y seguros de impago sobre estos últimos-, los especuladores buscarían nuevas presas con las que cebarse como el euro. Además, apuntaban que el dinero se concentraría en los bonos más seguros, los alemanes, en detrimento de los más débiles: los griegos, los portugueses, e incluso los españoles. Aventuraban también que la decisión alemana, tomada en solitario, alimentaría la sensación de descoordinación en el seno de la UE, lo que, sin duda, dejaría las bolsas a merced de las ventas.?
Advertencias certeras
Todas las advertencias se cumplieron. La divisa única descendió hasta los 1,2144 dólares, un nivel desconocido desde hace cuatro años; las bolsas europeas cayeron en bloque , y las primas de riesgo de los países en tela de juicio se dispararon. En casa, el Ibex, que llegó a caer un 4,2% en los peores momentos del día, cerró con un descenso del 2,61; y el diferencial con el bono alemán se amplió hasta los 127 puntos básicos. La Bolsa de Fráncfort retrocedió un 2,72%, París se dejó en el camino un 2,92%, y Londres bajó un 2,81%. Solo Grecia, que ayer cumplió con el pago de una deuda de casi 8.600 millones de euros, se salvó de la quema: la Bolsa de Atenas subió un modesto 0,44%.
Por si no había echado ya suficiente leña al fuego con su decisión, Merkel añadió más tensión a la jornada al asegurar en el Parlamento alemán que «el euro está en peligro». Una frase con la pretendía justificar la participación alemana en el rescate griego y en el blindaje del euro, pero que en el mercado dio rienda suelta a los rumores, incluido el de una hipotética salida de Grecia de la eurozona.
Con todo, los vetos antiespeculación de la canciller alemana no han dejado indiferente a nadie, incluidos sus socios europeos. La primera de las críticas llegó de la mano del comisario de Mercado Interior, Michael Barnier. Según su portavoz, Chantal Hughes, el Ejecutivo comunitario entiende «perfectamente» las razones que han llevado a Alemania a tomar esta decisión ante la situación «incierta y volátil» de los mercados. Pero, advirtió: «La acción sería mucho más efectiva si estuviese coordinada a nivel europeo», informa Efe.
Reacción de España
En similares términos se manifestó la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. «Deberíamos tomar decisiones de forma coordinada, porque entre otras cuestiones, la reacción de los mercados parece que no ha sido la que con la decisión se esperaba, sino seguramente una muy distinta», señaló en el Parlamento Europeo, donde explicó el plan español para atajar el déficit. «Me parece que se debería al menos pedir consejo a otros Estados miembros», comentó, por su parte, la responsable francesa de Finanzas, Christine Lagarde. Zapatero también reclamó más coordinación «para que las cosas puedan funcionar bajo la dirección de la Comisión Europea en lo que atañe al papel de los reguladores nacionales y a la nueva regulación de supervisión que está en marcha».