Quintás abandona las cajas tras una bronca reunión por su relevo

ECONOMÍA

Tras la dimisión del coruñés, el director general se queda al frente de la CECA hasta las elecciones del 20 de abril

18 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Juan Ramón Quintás abandonó ayer la patronal de cajas de ahorros de España, la CECA, pero no como hubiera deseado. El coruñés dio el portazo tras un tenso consejo de administración en Sevilla en el que por primera vez se afrontaba su relevo (su mandato expiraba en mayo) y se debía señalar al candidato, o candidatos, a la sucesión. Las fuertes discrepancias en esa reunión -con una veintena de presidentes de cajas- llevaron a Quintás a presentar su dimisión irrevocable por la tarde para «despejar el camino» en la sucesión, según fuentes de la propia CECA. Sucede en un momento clave para el sector, con al menos una veintena de firmas en proceso de fusión, dificultades financieras y una anunciada reforma de la ley estatal de cajas.

El puesto de Juan Ramón Quintás, en la confederación de cajas desde 1994, lo ocupará transitoriamente el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, un hombre de confianza del ya ex presidente. Desde hoy asume funciones ejecutivas en la gestión de la patronal. No ocupará cargo de presidente, que quedará vacante hasta el 20 de abril, cuando se celebrarán las elecciones. Mientras tanto se mantendrán en sus puestos los cuatro vicepresidentes, entre ellos Isidro Fainé, el presidente de La Caixa, en quien había depositado sus esperanzas el Gobierno para ese cargo.

En las diferencias para elegir al nuevo presidente está la génesis de la dimisión de ayer. Quintás quería que para ese puesto optara Amado Franco, de Ibercaja. En círculos financieros y políticos se le considera un hombre próximo al PP por su buena relación con Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa y su predecesor en la entidad aragonesa.

Esta candidatura conllevaba mantener la tradición no escrita que dicta que el presidente de la CECA ha de pertenecer a una entidad de tamaño medio (Ibercaja es la séptima, justo por detrás de Caixa Galicia). Por eso también sonaban en las últimas semanas los nombres de los presidentes de Unicaja y de Caja Murcia. Se entiende que así puede representar a grandes y pequeños.

Frente a esta propuesta de Franco, el nombre de Isidro Fainé comenzó a aparecer en las quinielas como una apuesta afín al Ejecutivo central y con el objetivo de poner al mando de esta patronal a una persona fuerte y con ascendente en las cajas por estar al frente de La Caixa, una entidad con una potente cartera empresarial y referente en el sector. De asumir ese puesto, Fainé tendría que compaginarlo con los muchos consejos de empresas a los que acude por todo el mundo como presidente de La Caixa.

Sin apoyos

Las discrepancias en el consejo de administración de ayer en Sevilla se centraron precisamente en determinar si el sucesor ha de provenir de una entidad mediana o de una grande. Según fuentes financieras, Quintás, al constatar la falta de apoyo a su candidato, puso su cargo sobre la mesa ante una veintena de presidentes (los que componen el consejo de la CECA). Pero compareció posteriormente ante los medios sin relevar esa determinación. Más tarde se dio cuenta pública de la dimisión.

El proceso de renovación se llevará a cabo el 20 de abril. Hasta ahora no hay candidaturas presentadas oficialmente.