Empresarios del metal exigen a la Xunta que cese el «chantaje sindical»

Luis C. Saavedra

ECONOMÍA

16 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los empresarios del sector del metal de la provincia de Pontevedra manifestaron ayer en Vigo su más enérgica repulsa por las acciones de «chantaje y excesos» que los sindicatos han llevado a cabo en las últimas semanas para presionar a la hora de negociar el nuevo convenio colectivo de esta actividad (2.500 compañías y unos 27.000 empleados). Reclamaron que la Administración autonómica, a la que acusaron de dejadez hasta la fecha, no se esconda, medie firmemente en el conflicto y lleve al cauce normal de la negociación un problema que amenaza con desbordarse en los próximos días, empezando, por ejemplo, por la nueva convocatoria de huelga unitaria de la CIG para los días 20 y 21, es decir, miércoles y jueves de la semana entrante, que no respaldan ni UGT ni CC.??OO.

Fue un acto sin precedentes, tanto por la forma como por el fondo. Cerca de 700 empresarios de las firmas del sector acudieron al recinto ferial de Vigo (Ifevi) con vistas a unificar posturas sobre la situación actual. Y lo que se escuchó allí no fue más que una protesta unánime, con los solos cambios del timbre de voz y los epítetos empleados por quienes tomaron la palabra. El presidente de Asime, mayoritaria en el sector, José María Hidalgo, manifestó que «basta ya» del acoso sindical, que se ha terminado la hora de la prudencia por parte empresarial y que quieren con más firmeza que nunca la intervención de la Administración, en un doble sentido: como mediadores en las negociaciones y para que «nos defienda, porque tenemos que hacer valer nuestros derechos, aunque sea solo como contribuyentes». Para descerrajar un argumento de peso contra los sindicatos que están negociando el convenio, afirmó: «No somos nosotros los que destruimos empleo, son ellos quienes lo hacen».

Ánimos encendidos

Hidalgo encendió sobremanera el auditorio -ya entregado y crispado desde el principio-al exclamar en repetidas ocasiones «basta ya» a la conflictividad de la calle y, en este sentido, al igual que varios empresarios que pidieron la palabra en el encuentro, dijo «no al chantaje» de los sindicalistas «liberados» que, aseguraron, solo buscan intereses políticos, pero no laborales en este conflicto. «No admitimos más amenazas», indicó, al tiempo que recordó la situación tan compleja que vive la industria metalúrgica como consecuencia de la actual crisis económica. Hidalgo cargó contra los liberados de los sindicatos y dividió el conflicto entre trabajadores, sindicalistas liberados y empresarios.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, dijo, por su parte, que la negociación se está «desmadrando». Según el líder de la patronal, con la convocatoria de otras dos nuevas jornadas de huelga «no se puede negociar» y no se puede permitir esa «presión», que hace imposible un acuerdo entre las partes.

Fontenla calificó de «deplorable» la actitud de los sindicatos en esta negociación del metal y de «salvajes» algunas de las medidas de presión llevadas a cabo la semana pasada en Vigo por miles de trabajadores. Fontenla recordó que en Galicia en los últimos tiempos siempre existió diálogo social y lamentó la imagen que se está dando del sector metalúrgico.