Brown insiste en reclamar límites a las retribuciones de los directivos de las entidades bancarias
01 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El presidente francés, Nicolas Sarkozy, no se resigna a que el histórico cónclave de Londres se reduzca solo a una foto de familia. Es más, está dispuesto a levantarse de la mesa si no se cumplen sus exigencias de una regulación más estricta del sistema bancario. Así lo recogía el diario británico The Times , citando a asesores del presidente galo y así lo dejó entrever ayer el propio mandatario galo al asegurar: «Necesitamos obtener resultados; no hay opción. La crisis es demasiado seria como para que celebremos una cumbre para nada». Y, por si cabía alguna duda al respecto, la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, las borró de un plumazo al asegurar en declaraciones a la BBC que su país boicoteará la declaración final de la cumbre si «siente que en ella no hay ningún compromiso que se pueda cumplir».
La piedra angular de las propuestas galas pasa por la creación de un regulador financiero global, algo a lo que se oponen estadounidenses y británicos. No en vano, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha descrito esta posibilidad como ridícula.
Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, explicaba ayer en declaraciones al Financial Times que hay un acuerdo general sobre la necesidad de una fuerte respuesta reguladora a la crisis, pero afirma sin ambages que la regulación seguirá siendo competencia de cada país.
Además, es conocido que Alemania y otros países no quieren que exista tal organismo, por lo que muchos expertos afirman que Sarkozy debería hacerse a la idea de que su propuesta no prosperará.
Otro de los puntos calientes de la cumbre serán las retribuciones de los banqueros. En este sentido, Gordon Brown, afirmó ayer que el G-20 tiene que forzar a los bancos a retornar a los «valores de la familia» y destacó que la «honestidad y la justicia» deben ser pilares del sistema financiero. En un discurso pronunciado ante miembros de organizaciones benéficas en la catedral de San Pablo, en Londres, Brown dijo que la mejora del sistema bancario global es su prioridad.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Dimitri Medvédev, aseguraron que viajarán a Londres con «posiciones muy similares» dirigidas a crear una nueva estructura financiera mundial que evite futuras crisis. «Los dos queremos que el encuentro sea un éxito», apuntó Merkel tras reunirse con el presidente Medvédev. ?