El premio Nobel de Economía del año pasado, Paul Krugman, aseguró ayer en presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que las perspectivas económicas de España «son aterradoras». Durante su intervención en el foro Innovae: La innovación como solución, el economista estadounidense insistió en que el panorama es «especialmente difícil» en nuestro país y vaticinó que los próximos años van a serlo «aún más». En ese sentido, y ante lo que consideró unas previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) «muy optimistas», alertó de que el déficit va a ser «muy grande» y de que la situación será «muy dolorosa».
Krugman indicó también que las oportunidades de inversión en España «ya no son tan atractivas» y que estaban sobrevaloradas. En concreto, se refirió al bum del sector de la construcción, que una vez llegado a su fin ha generado una situación «especialmente difícil». En su opinión, la recuperación va a ser muy complicada y entre las claves que pueden ayudar a la economía a salir del atolladero en el que se encuentra citó el incremento de la productividad y la inversión en innovación. Sin embargo, recordó que «no ha habido una sociedad más innovadora» que la estadounidense en la década de los veinte, lo que no evitó la Gran Depresión.
Krugman reiteró que el planeta se enfrenta a «una crisis extraordinaria» de la que nadie se salva y que es el resultado de «un gran optimismo económico». Para Krugman esta «es la crisis más seria y más rápida que ha sufrido el mundo desde los años treinta». Además, explicó que la respuesta «habitual» de los bancos centrales en períodos de gran convulsión como el actual, la rebaja de los tipos de interés, «está casi agotada», «ha llegado al límite» y «no da más de sí». En esta misma línea, insistió en el agotamiento de las «herramientas convencionales» para salir de situaciones de crisis, lo que exige políticas más «drásticas».
Riesgo de deflación
Por otra parte, y aunque reconoció que la velocidad del deterioro económico se ha reducido en los últimos meses, en su opinión, la tormenta puede durar todavía mucho tiempo. Krugman alertó también de un «significativo riesgo» de que la economía mundial desemboque en la temida deflación dentro de uno o dos años.? El premio Nobel de Economía puso también en duda los augurios del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, de que Estados Uniodos evitará la depresión y saldrá de la crisis a finales de este año. En opinión de Krugman, aunque en términos técnicos esto pueda ser así, recuperar los niveles de empleo que existían a principios del 2007 es una «cuestión más profunda», y recordó que Japón, el caso similar más reciente, «perdió una década» en el intento.
Por su parte, Zapatero apeló al esfuerzo de todos los ciudadanos para lograr la transición hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación, una «tarea colectiva» comparable, a su juicio, a la transición política de los años setenta y ochenta. El jefe del Ejecutivo recordó cómo España se embarcó entonces «con valentía e inteligencia» en el necesario proceso de modernización de su marco institucional, de su modelo de convivencia y de su estructura productiva.? Tres décadas después, añadió, el «desafío» para superar la crisis es la transición hacia una economía más competitiva, con sectores menos inflacionistas y empleos de más valor añadido y, para ello, la innovación es «la gran palanca».
Tras señalar que el principal factor diferenciador de la crisis española es la destrucción de empleo, ha recordado las iniciativas puestas en marcha para paliar esta situación,