El PP se desmarca de la creación del grupo lácteo gallego, la gran baza electoral del bipartito

ECONOMÍA

07 mar 2009 . Actualizado a las 13:46 h.

El cambio de rumbo en la Xunta ordenado el pasado fin de semana por los electores gallegos supondrá, casi con total seguridad, que la promesa del grupo lácteo gallego quedará definitivamente aparcada. Ni en el programa electoral del Partido Popular de Galicia ni en los mítines protagonizados por sus líderes se ha visto una sola referencia a una propuesta que nacionalistas y socialistas incluyeron en su acuerdo de gobierno en el 2005, y que no pudieron cumplir durante la pasada legislatura. Y ello pese a haber hablado con Feiraco, Río y las cajas. Pero la dimensión actual de las industrias gallegas y su posición en marca -el 88% de la leche gallega está en manos foráneas- imposibilitó la operación.

A pesar de las dificultades, tanto Suárez Canal como Anxo Quintana -especialmente este último- volvieron sobre la promesa en la pasada campaña. El líder nacionalista anunció que se reuniría con las cajas y las empresas para dar el salto definitivo a la consolidación del grupo, pero en el sector ganadero siempre vieron un punto de utopía en la promesa, conscientes de las dificultades para articular la propuesta.

Consultadas al respecto, fuentes del PP gallego han revelado que se está diseñando un equipo de gestión para liderar la política del medio rural y que se analizarán todas las posibles oportunidades que se presenten. «Nosotros no llevamos lo del grupo gallego en nuestro programa, tenemos otras propuestas, y creemos que debe ser siempre la iniciativa privada la que articule este tipo de proyectos», revelan desde la organización que lidera Núñez Feijoo.

Los sindicatos recuerdan que los años de gestión de Fraga no resultaron precisamente propicios para la articulación del grupo lácteo, y que fue entonces cuando se perdieron las grandes oportunidades para constituirlo. Sin embargo, desde el nacionalismo se alentó de nuevo la idea. Y se le dio vida. Suárez Canal, conselleiro de Medio Rural en funciones, recuerda que durante la pasada legislatura se sentaron las bases para el futuro del grupo.

El responsable nacionalista, con ese argumento, se refería a la adjudicación eólica, sobre la que planean algunas incógnitas y sobre la que el PP ya ha mostrado su intención de anularla. El Bloque premió en el concurso a Ventos Cooperativos, proyecto liderado por Feiraco, Cooperativas Lácteas de Galicia, y las sociedades Icos y Os Irmandiños. Y lo hizo adjudicándoles 192 megavatios, distribuidos en cuatro parques de 48 cada uno. En el ámbito nacionalista se pensaba que esta podría ser la semilla de un futuro grupo, dada la fuerte capitalización que suponía para las sociedades la potencia concedida.

Pero en el ámbito ganadero y sindical consideran que, aunque el PP no lograse anular el concurso, esta adjudicación no llegaba para articular un grupo lácteo. Ni siquiera para empezar a competir en marca e innovación en un futuro más lejano porque los grandes grupos ya tienen una ventaja considerable.

Las dos únicas firmas de capital gallego, Feiraco y Río, configuran una base productiva fuerte, pero un entramado industrial débil -comparado con Capsa, Pascual y Puleva-, basado en el área de negocio de un menor valor añadido y lo que es peor, sin marca ni innovación. De hecho, en el sector industrial español ya se habla de la necesidad de articular alianzas entre los grandes para ganar fuerza y medirse a los gigantes europeos una vez que se liberalice totalmente el mercado, tal y como prevé la UE para el horizonte del año 2015.

En ese contexto, la alternativa del grupo gallego sin la presencia de un socio del resto de la Península es una utopía, tal y como entienden fuentes del sector.