«Las decisiones de la CNC en tiempos de crisis no deben derogarse, pero sí acoplarse al contexto y comprender las ayudas públicas y las fusiones para salvar empresas»
31 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La nueva ley de la competencia aprobada hace un año convirtió a la Comisión Nacional de la Competencia en un órgano independiente del control político. Un año después, su presidente hace un balance positivo. Por sus manos pasan desde las fusiones de grandes grupos hasta el control de los abusos de precios en casi cualquier sector. Luis Berenguer cree que el actual escenario de crisis hace necesario extremar la prudencia en las decisiones.
-¿Qué efectos reales ha tenido la reforma de la Ley de Defensa de la Competencia, aprobada en septiembre del 2007, sobre los usuarios?
-Ahora no estamos sometidos a las hipotéticas instrucciones del Gobierno. Creo que una mejor política de la competencia repercute en el bienestar de los consumidores. A mayor presión para el funcionamiento competitivo del mercado, se obtienen mejores resultados.
-¿Cuándo emitirán el informe sobre la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa?
-La CNE ya emitió su dictamen, que es preceptivo pero no vinculante. Se nos notificó a primeros de septiembre y estuvo paralizado hasta que llegó la resolución de la Comisión Nacional de Energía. La semana que viene pasará a la segunda fase de análisis, que tiene un plazo de dos meses. Por eso el informe tendrá que estar emitido en los primeros días del mes de enero.
-Iberdrola ya ha denunciado ante la CNC esta fusión. ¿Espera más objeciones?
-Cualquiera que demuestre un interés legítimo puede presentarse como parte interesada. Yo calculo que muchos competidores del sector se personarán. No hay más que ver cómo se han comportado en otras concentraciones del mismo sector.
-¿Cuáles son los desafíos de la CNC en el actual contexto de crisis, un momento donde sus decisiones pueden tener más consecuencias que de costumbre?
-Competencia tiene cuatro pilares de actuación: la persecución de la conductas anticompetitivas, el control de concentraciones, la supervisión de ayudas públicas, y la promoción de la competencia. En materia de concentración en el sector bancario, el Reino Unido, por ejemplo, ya ha dicho que no aplicará las normas de la Competencia. Las decisiones de la Comisión en tiempos de crisis no deben derogarse, pero sí acoplarse al contexto. Por ejemplo, hay fusiones defensivas en estos tiempos, para evitar que desaparezcan empresas. Y en materia de ayudas públicas ocurre un poco lo mismo.
-¿Pueden las inyecciones de liquidez a la banca ser usadas para practicar políticas abusivas en el precio de los productos financieros?
-Si como consecuencia de estas ayudas se produjera una posición dominante la perseguiríamos. Pero no creo que ocurra, porque sería un abuso y una distorsión de unas ayudas destinadas al salvamento de las empresas. El usuario tiene difícil entender que se ayude a alguien que hizo mal las cosas. O que no haya responsabilidades asumidas por quien tomó las decisiones equivocadas. O que se indemnice a los ejecutivos de algunas de estas grandes empresas. Pero esto es un campo que va más allá de las competencias de nuestra comisión.