«El gasoil no para de subir y cada vez vendemos más barato»

L.?C.?S.

ECONOMÍA

24 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los pescadores de la ría de Vigo empiezan a acusar la escalada del precio del carburante y de la crisis económica y han detectado un enorme bajón en las ventas de producto y en el valor que alcanzan en la subasta pública. Las razones son una combinación de circunstancias derivadas del altísimo coste del litro del gasoil y de que el pescado fresco que llega a tierra podría no tener salida luego en los puntos de venta, dada la crisis de consumo.

De este modo, o bien los mayoristas, propietarios de pescaderías o de supermercados, por poner dos ejemplos, no se atreven a comprar para no quedarse con el género sin vender, o bien los precios que se alcanzan son irrisorios, comparados tan solo con unos meses antes. En casos concretos, las caídas han sido de hasta el 75%.

«El gasoil no para de subir y cada vez vendemos más barato. La crisis económica hace que no vendas ni a los consumidores ni a los restaurantes -explica el vicepatrón de la cofradía de pescadores San Francisco de Vigo, Julio Alonso- y si vendes tienen que hacerlo a muy bajo precio, a una cotización de hace 15 años; y eso teniendo en cuenta que todo ha subido, principalmente el gasóleo, a 0,60 euros el litro por las reparaciones, los seguros y los sueldos».

El desplome de las ventas, sin embargo, no se ha notado con toda su intensidad y los armadores creen que notarán con más fuerza el recorte presupuestario de las familias a la hora de comprar productos del mar a medida que avancen en el calendario el 2008 y el 2009, y que incluso puede que se incremente progresivamente el frenazo en el consumo hasta el final de la década. Marineros vigueses han visto estos días cómo tienen que desprenderse de una caja de 20 kilos de sardinas a cinco euros, o rebajar de 100 a 25 el kilo de percebes para poder darle salida.

El caso de la sardina resulta especialmente llamativo, puesto que el kilo se está vendiendo a 0,40 céntimos de euro, en tanto que la caja de 20 kilos se sitúa en cinco euros. Y eso teniendo en cuenta que, dentro de un mes, el kilo se disparará a seis euros en los puntos de venta.